No me quiere, nunca me quiso.
Se me salió del corazón justo después de que Lizzy me lo contara todo.
Todo estuvo mal desde el inicio. Citas a escondidas, cartas y mensajes no contestados. Todo apuntaba a que el cuento no terminaría con un final feliz pero, ¿por qué ser tan cruel?
¿Acaso merecía enterarme por ella que ya no me amaba? ¿Y no por él? Lo notaba distante pero creí que era porque nos separaban 188 kilómetros y ninguna otra razón. Pues bien, hoy sólo quiero que sepa que aunque nunca me quiso, lo felicito. Será un gran padre.