Hace ya bastante tiempo que merodeas, me miras, sigues mis pasos y estás atenta a lo que hago.
Te he sentido sobre mis hombros, susurrándome al oído, con esa voz profunda y dulce, seductora.
Te he pensado muchas veces, al principio con temor pero luego con deseo, incluso en algunos momentos exigiendo tu presencia.
Más que no saber cuándo te veré de frente, lo que invade mi mente es la ansiedad de saber cuándo vendrás a liberarme.
Se que en ti encontraré las respuestas, sentiré el amor, la alegría y la paz que hoy me desprecia.
Ven a mi pecho, abrázame, hazme tuyo, envuelve mi alma en tu manto, muéstrame tu sonrisa.
Se que deseas verme, sé que me tienes en tu mente, cuento con eso, sé que no me traicionaras.
No me marcho, no renuncio, no abandono, porque se y creo en la promesa de nuestro primer y último encuentro.
Te espero…..
A.Barrantes