Llueve sobre la inmensidad de la Tierra
ella misma cesa en su girar
y se detiene a contemplar la lluvia
Todo es más tranquilo mientras llueve
Ya no estallan cornetazos en la calle
los vendedores ambulantes se esconden
bajo pieles sin color
los transeúntes más atrevidos
saben pisar con cuidado
El tiempo se detiene y coincide
exactamente en la mitad del día
Nada vuela
Nada corre
Nada suena
No hay gritos
No hay ofertas
No hay ruidos
que interrumpan el caer de la lluvia
Las parejas se aman mucho más
se juntan y se abrazan
bajo los paraguas
Desde mi ventana
el amor es más intenso
mirando el recuerdo
mirando el olvido
Llueve sobre la inmensidad de mi ciudad.