Volvía en la tarde muy desesperado, con el paso apresurado. Quien imaginaba que esa tarde todo había terminado. Los autos pasaban, uno tras del otro. Como la vida de otros pasa delante de ti, tras otro, tras otro. Otros te llevan la delante; otros no. Recordaba aquellos momentos de la vida; donde mi felicidad aun adornaba mi caminar, mi trabajo, mi familia. Nada era mas importaba que verme siempre con una sonrisa.
Los momentos cuando mi padre estaba vivo eran los mejores; siempre organizaba fiestas, ahí con el alcohol haciendo efecto me daba algunos consejos de la vida que parecía haber estudiado filosofía. El era un contador, que ve los números parte de la vida, incluso en mi casa no paraba de repetir las ultimas cifras de las cuentas a pagar. Me detuve un instante en una cafetería y aun con la mente confusa y con los pensamientos divise dentro de la cafetería, aun amigo, gerente de un banco que no veía hace dos años. Me dispuse entrar pero recordé que la ultima vez que no encontramos nos peleamos por haberme acostado con su mujer…. te maldigo, me dijo, esa palabra que esta haciendo efecto.