La soledad tomó el mando
me siento tan desfallecido
que no me queda mas que beber
el licor impuro del recuerdo
y no me queda mas que fumar
el amargo sabor a nostalgia
que retrasan mi presente
y adelantan mi pasado
que, con un suspiro susurran
lo mucho que he perdido,
lo mucho que he temido,
lo mucho que he creído.
Solo el cielo impávido
vislumbró el joven marchitar
de aquella alma derrotada
por el suave correr del tiempo