Aunque la respuesta parece ser obvia, en esta pregunta hay una profundidad que necesita una respuesta fundada en un análisis objetivo y riguroso de la naturaleza de nuestra verdadera identidad.
De no ser así, el devenir personal sigue siendo el tema de nuestras vidas cuando lo que buscamos es la consistencia de ser.
¿Qué es eso que al final de todo buscamos? Eso debe discernirse y conocerse de manera directa e inmediata. No basta únicamente creerlo. Ya tenemos demasiadas creencias no verificables.
Esta es la exigencia de nuestros respectivos corazones y debe ser cumplida total y completamente. Si esto no se
resuleve, haber nacido seguirá siendo una trágica condena.