Látigo rugiente que daña,
maraña de espinos,
sentimientos ilicitos,
que las luces empañan,
No hay mas senda,
que la recorrida en sueños,
alla donde se juntan aquellos,
sentimientos,pensamientos,
oníricos transcursos de tiempo,
allende donde reina el viento,
donde ni golpea,ni acaricia,
ni hay,ni existe el lamento
Música de bálsamo,
las penas metamórficas,
cambiaronse,
alteraronse,
por azules mariposas,
en este yermo páramo.
Fatigado de la buena alma,
naufragado en un mar,
donde la luz no alcanza,
sin paz,sin alivio ni calma.
Allá donde los deseos,
mis pensamientos,
y los tuyos propios,
convergen pedigueños,
tras la cortina,
en la realidad,
son tristes y oscuros,
en profundos sueños.
Hastiado me hallo,
mas mi dura conciencia me grita,
me golpea,me rompe y me irrita,
con el menoscabo,
palabras insatisfechas,
que no llenan apenas,
ni el espíritu,
ni la voluntad,
ni mis fuerzas,
ni mi ímpetu.
Apenas lagrimas en el rostro de tez seca,
el agua fluye desde el corazón,
no obstante,sin motivo,sin razón,
algo la obstruye y entrampada se atasca.
Solo se encuentra el escribir,
el cantar del ruiseñor,
el baile del dementor,
el papel de dulces y tiernas vetas,
la negra trampa de noche inquieta,
la dicha pura de vivir y sentir.
Quienquiera entender,
que de rienda suelta,
a su pasión,a su locura,
si no,no entenderá lo complejo,
lo grandioso,sinuoso y añejo,
del espíritu de la escritura
Grandes y solemnes palabras,
alabanzas,chanzas y leyendas,
que pintan el vacío,
quien fuera palabra adecuada,
para salir a través de la boca,
y yacer en tus oídos,
ojala poseyera tal livianéz,
para caer sobre tu piel,
y susurrarte cual rocío.
Mas homenaje no puedo hacer,
pues todas las palabras se las lleva el viento,
y en un ademan de retenerlas sobre el lienzo,
lo único que consigo es fenecer,
Sueltame,deja caerme en el vacío,
que yo puedo solo o eso me digo,
que no me miento si te escribo,
si te cuento o te suplico el auxilio,
dejame volar por encima del aire,
donde la materia se oxida inerte,
donde las voces salen del alma,
con la calma de manos dementes,
nunca digas que no me amaste,
mi musa,mi ser,mi gran amor profundo,
no mientas a la cara de este nocturno,
en una eres,mi tumba y mi fuente,
el punto en el que ya emergen,
todos mis versos y mis deberes,
que nutre de materia escribana,
de energía creadora,
de gran e innovadora,
potencia de pasiones mundanas,
por eso te pido y te ruego,
mi maestra y amante,
mi musa y constante,
a través de este anhelo,
que si puedes,
jamas me dejes.
Huelo el Verano…el viento transporta el aroma a madera seca,la fertilidad que el sol brinda a los campos verdes y el árido salitre que se escapa de la mar por las orillas de la playa,todo ello,reptando y escapando,subiendo por la escalera desde la compacta tierra,estas esencias olorosas se elevan,se elevan lejos a través del vacío del aire en la tarde.