En el año 1749 un individuo vagaba las gélidas tierras de Alaska. Estaba muy desorientado y caminando sin rumbo fijo, vestía con unos harapos muy desgastados por el paso del tiempo, estaba tiritando en la fría noche bañada por el nevado polvo, recorrió seis millas en busca de algún ser que le socorriese, pero nada encontró a su alrededor, era una lúgubre noche encontrándose ese apátrida sin comida, pero si con bebida, pues saciaba su sed con los copos nevados que le rodeaba, así madrugada tras madrugada, noche tras noche, amanecer tras amanecer, día tras día, pensando que llegado el momento estaría contento de saber que su lucha por sobrevivir no sería en vano, al amanecer prosiguió su andadura, y seis millas más adelante vislumbró un bidón con madera y carbón en su interior, cogió unas piedras planas que halló a su alrededor, y chocándolas varias veces entre sí, prendieron chispas y empezó a arder el leñoso y carbonoso bidón, calentándose el, sintiendo el cálido abrigo en todo su cuerpo, quedándose dormido en el cálido abrigo de su hoguera, a la mañana siguiente prosiguió su andadura, y nueve millas dirección norte encontró una vieja cabaña con ventanas de cristales oscuros y nevados, y una puerta de tronco de arce con un tirador rectangular y barnizado en savia de abeto. Tocó la puerta pero no contestó nadie, solo oyó el crepitar de la chimenea recién encendida, se sentó al calor de la hoguera explotando las brasas de carbón, y a través de las llamas pudo visionar su probable futuro. Pues él pudo ver en ese flashback, rey de una isla desconocida, a mil millas de distancia de donde él se encontraba, allí siempre era verano y con lo que a él le gustaba el calor uf, estaría en la gloria, prosiguió su visión, y se vio casado y con hijos. La isla se llamaba Deseos. Pues todos los deseos de quien o quienes pisaban el lago de lava quemándose escrito en hoja arboleas se hacían realidad.
Hago santa presentación de nuestro protagonista
Se llamaba el Romual Everet Lukasio. Hijo del rey Lukasio I el sabio de isla Esmeralda.
Nuestro pequeño superviviente heredó las dotes de mando de su progenitor, y su sabiduría plena.
Seis semanas más tarde fue rescatado por el comandante Levedart y llevado a tierra firme para cumplir su destino en isla Deseos, y allí lo vio todo claro. Pues la muerte no logró alcanzarle y habiendo demostrado mucha inteligencia al evitar la muerte en múltiples ocasiones, teniendo tres varones y siendo su mayor alegría la prole que tanto ansía.