Te espero detrás de la madrugada
Allí donde la luna hace su última curvatura de luz.
Te espero después del silencio
Donde las palabras gastadas de tanto uso
Cedan su palco a un apretón de manos, a una caricia.
Te espero después del tiempo
Cuando las horas y minutos
Entremezclados en un revoltijo insulso
Nos pongan de frente a nuestros ojos