-¿Es increíble verdad?, ver como se funde firmemente la tranquilidad con el brutal azote de la muchedumbre, como se quiebra insaciable el silencio y da abierto paso a el intranquilo bullicio, como nuestros nervios revientan poco a poco hasta transfigurarse en harapos de lo que era antes calma.
Es como estar sumergido en una de las peores películas de horror, te tiemblan las extremidades, te suda todo el cuerpo, tus pensamientos son un mar de nervios con todo su esplendor e infinidad, y tienes sólo una cosa muy en mente, cuando tus pensamientos no son para nada claros, tu cuerpo no te responde, y todos tus sentidos están concentrados en desatarse a la locura, sientes miedo, el más puro y sensato miedo, que te palpa con sus Fríos dedos toda la espina dorsal, que te susurra al oído palabras desalentadoras y diabólicas y te engulle poco a poco como disfrutando al máximo cada hueso y musculo de tu ya desolado cuerpo.
Es increíble escuchar como los maderos se resquebrajan en pequeños quejidos inanimados, escuchar la infinidad de pasos correteando hacia ti acompañados de gritos y palabras de odio y muerte, sentir como irrumpen despreocupadamente en el recinto y reclaman tu vida con el más profundo deshonor, cierra tus malditos ojos y deja que todo tu cuerpo cese ante la inevitable muerte.