La tarde de ayer.
Esa tarde solitaria, esa tarde llena de risas escondiendo verdades y reprimiendo esperanzas. Oh, cuántas lágrimas cayeron a ese suelo, gotas y gotas; melancolía y melancolía; recuerdos y recuerdos. Cuán grande es mi fe, pero cuán ilimitada es mi realidad. Esta soy yo, pero no soy yo; este es mi lugar, pero no es mi lugar; al parecer pertenezco a esto, pero no pertenezco a esto. Cuánto quise, pero cuánto odio. Paredes y silencio, mis amigos eternos, mi vivencia eterna, mis palabras eternas, mi amor pasajero y mi olvido lleno de recuerdos.