ÍMPETU
Es imposible no soñarte así:
desnuda, apasionada, estremecida;
dispuesta al gran placer, enardecida,
entregada al fastuoso frenesí.
Es imposible no añorarte aquí
bañada de sudor, enrojecida;
vencida de pasión, adormecida,
henchida del mirífico festín.
No lo puedo evitar, yo te deseo,
y lucho por robar, cual Prometeo,
ese fuego voraz que tienes preso.
Preciso yo besarte y desnudarte,
poseerte, morderte y penetrarte…
no importa si así encuentre mi deceso.