Voy por un camino,
voy por un sendero
del que busco,
y quiero.
Camino que se hace
en el andar
dejando huellas
entre los pasos
que se van dando,
con la paciencia pasajera.
Camino, de estrecho largo,
del que tiene su tiempo,
y del que se espera,
como las golondrinas
que se a pacientan,
en las primaveras,
para salir con sus vuelos,
y con sus sublimes cantos.
Camino, del caminante,
del que da sus pasos,
lentos pero dispuestos
en el sacrificio,
por lo que es correcto.
Camino, que se mueve
con las hojas, entre los vientos,
que me guían
en mi encuentro,
con la verdad y el amor.
En un caminar,
que vive su tiempo
en el recuerdo
más emífero,
del que puedo presenciar.
Es el camino,
que yo hago,
que yo decido,
para seguir andando.
Un andar,
que se hace vivo,
que sale de mis fuerzas,
de mis ánimos,
pero si no ando,
no habría camino,
sin andar,
no habría sueños,
porque soñar.
Por eso, anda, anda,
no te detengas,
yo no me detengo,
sigue caminando,
no te retranques,
en tu involuntad de seguir,
no escuches las campanas
que son ajenas,
sino escucha,
tu propio corazón.
Autor: Rodrigo Núñez
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