Una hoja en el camino es lo que sobra del quebranto de un árbol herido por astillas de un sueño callendo.
Me nubla la casta vida que llevo el dulce querer de lo ajeno.
Algo sin querer, sin tocar, pero que al final vida da.
Como una mujer puede lograr tal cosa en la vida de un hombre.
si una hoja fuese mi hogar seria dueño de lo ajeno que supera los sueños.
¿puede un árbol volver a crecer a brotar sus sueños con esperanza sin dudar de un futuro así?
La respuesta la encuentro en la acaricia de un cabello otoñal mojado en el amor que lo supo encender a fuego rojo.
Mi corazón en llamas sólo quiere derretirse en tus labios en busca de un universo mejor.
Saber contar las hojas de un otoño en tus ojos es lo que no puedo pues el infinito se allá allí.
Comprender puedo aunque cueste un invierno después. Porque el deseo es una cuestión profunda de un querer ahogado en las alas de mis sueños por cortar, quisiera ser dueño de lo que nunca tendré de ti.
Ahora se que nunca podré comprenderte bien.