Faltaban algunas semanas para volver a la universidad. Florencia fue a ver a Lucia. Florencia se drogaba, tenia LSD y Lucia estaba muy loca, se la podria describir como una chica con rasgos violentos e inquietantes.
Florencia llevaba vestido y botas, ella amaba los vestidos. Lucia tenia un desorden su hogar.
Separaron la dosis a la mitad, se la tomaron y no tuvieron mejor idea que salir a caminar. La gente, los ruidos, los autos. Tuvieron que pasar dos horas para que las amigas se den cuenta que estaban muriendo y que nunca habian salido de esa casa.
Florencia estaba parada junto a su cuerpo que estaba siedo inyectado por los paramedicos, y Lucia estaba a unos metros con su cara con total paz. Casi parecia otra persona.
Florencia empezo a desesperarce, ya no escuchaba lo que sucedia, solamente sentia olores. Y es que se dice, que la muerte tiene un aroma que nunca se olvida. Entrado en la guardia del hospital, la muchacha volvio a sentir algunas voces, casi como susurros de una pelicula de terror.
«vamos florencia, hija, no nos dejes» entre llantos se escuchaba que la llamaban, Flor!!! hija!!! pensa en cosas buenas!! vos podes!!! pero ella se alejo tanto, que la muerte la empezo a tomar de la mano, todo se torno medio opaco en su imaginario. Y la voz casi en el oido de los doctores que decian «vamos que la perdemos, se nos va, se nos va». Ella sabia que estaba muriendo, ella nunca olvidara ese lugar.
Por mas extraño que parezca, sobrevivio, y fue como nacer de nuevo para ella. Pero quizas, hubiera sido mejor que no haya nacido nunca. Su vida cambio. Se econtraba sola en el hospital. Temblando, Con la ropa mojada, sin poder hablar, con los brazos morados y pinchados. Con las manos blancas y las venas casi negras.
Las enfermeras la miraban, y ella solo lloraba. Flor salio. Lucia murio. Flor volvio a la calle, pero ahora lucha dia a dia con una ezquizofrenia fuerte y panico post trauma.
Chicas jovenes, bonitas, sin amor, sin compania.