Archivo de la categoría: Adolescentes

Pancita

Pancita

Con tan solo 13 años
Ya su vida ha cambiado
En su vientre esta el futuro
que ella misma decidió,
a pesar de los consejos
y las charlas con sus padres
pudo mas en un instante
sus amigas y el alcohol.

Ya le ajusta el guardapolvo
Y los pechos le creció
Sus amigas se apartaron
Pa’ seguir la diversión,
Su ilusión de abogacía
Y otros tantos que soñó
Se pusieron en la lista
De “pendientes por error”.

Con los meses fue cambiando
De rutina y su reflejo
Es otra la del espejo
Se comenta en las mañanas,
Y ve desde la ventana
Sus compañeras de grado
Que en seis meses la olvidaron
Y la cara se le empaña.

Se lamenta por las noches
Y llora todos los días
En su aventura reía
Y la realidad la castiga,
A punto de ser mamá
Se convierte en mejor hija
Y la futura abuela
De madre bien recibida.

Por el apuro a crecer
Dejo de ser una niña
Atajando una pesadilla
Para creerse mujer,
Ahora la madurez
La sacude a cachetazos
Los abriles se escaparon
Para nunca mas volver.

Los kilos desfiguraron
Esa cintura vanidosa
Y su tez tan prodigiosa
Recibe escasa atención,
En la escuela no atendió
Cuando rodeada de amigas
En la clase pretendían
Hablar de reproducción.

Malos sueños la oprimen
Mal dormida se madruga
Por culpa de las posturas
Que practicó pa’ acostarse,
Con ocho meses se espanta
La apuntan los comentarios
Su mente se puso en blanco
Y su corazón lo comparte.

A media noche la urgencia
De un hospital la recibe
Las contracciones predicen
Que el momento llegó,
En la sala el doctor
Le dijo; niña tranquila
La naturaleza divina
Se hará cargo de las dos.

Con dos horas de dolor
Los llantos de una bebita
Taparon dudas escritas
Que emborraban el amor,
Ya en sus brazos olvidó
Un pasado que atormenta
Mientras le daba la teta
A la vida agradeció.

A pesar de aquel error
Comprende que en sus manos
Corregirlo y olvidarlo
La oportunidad se anunció,
En su vientre se gestó
La inmadurez de sus actos
Que dio como resultado
Nueva vida para dos.

Alberto j armando

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Valeria, La Princesa.

                                VALERIA, LA PRINCESA

 

         Había una vez, una princesa que vivía en un palacio. Se llamaba Valeria. Era bajita y delgada, con un vestido elegante y una corona que brillaba del bonito color.

 

                 Un día en el palacio, Valeria, se asomó a la ventana, y… de repente,              llaman a la puerta de su habitación. Era un hombre elegante y alto,                  con la ropa mas cara del pueblo. Valeria le sonrió, y el hombre                           también, pero le dijo:  

 

           – Hola, querida Valeria, vengo a decirte que, si quieres que demos un                 paseo por…

           – Vale, me da igual a donde sea, solo quiero estar contigo .

 

           Interrumpió Valeria muy feliz al ver un hombre tan amable. El                            hombre se puso a reir con una sonrisa de maldad. El hombre era uno              de los ayudantes de la bruja Gruñilda. Esa bruja era malvada.                                                                                                                                                                                               

          El plan que tenía el hombre con Gruñilda, era llevarsela a su castillo,               para acabar de terminar una poción.      

           La poción consistía en beberla para que ella fuera mas guapa.                                                                                                                                                                                                

          Dieron un paseo y, cuando estaban viendo los mercados tan bonitos               que habian, la cogió en brazos y se la llevó al castillo de la bruja                           Gruñilda.                                                                                                                                                                                                                                                                                                              

          Cuando llegaron, el hombre dijo una clave, para que se abriera la                     puerta. Cuándo se abrió, apareció la bruja Gruñilda, riéndose de                       haberlo conseguido.                                                                                                                                                                                                                                                                                      

          Metieron a Valeria en una olla grande, que soltaba un humo de color.             La mezclaron con los demás ingredientes y apareció un humo de color           rojo. La bruja se lo echó en un vaso y se lo bebió.                                                                                                                                                                                                                             Al pasar un buen rato, la bruja se convirtió en una mujer más fea,                     porque en el libro de las pociones ponía:

          » Si echas a una mujer elegante y tú eres fea, te conviertes en una                          anciana, de piel arrugada, sin dientes y con un traje horrible. »    

           

         Pues así se convirtió, porque había que hacer lo contrario, tenía que                echar a una mujer de su mismo físico para convertirse en una bruja                guapa. Al pasar unos años, la bruja se convirtió en sapo, se tiró a un                charco y como no sabía nadar, se ahogó.

         

          Unos ayudantes, partieron al sapo por la mitad y de ahí salió una                      bolita de oro que se rompió. De esa bolita tan minúscula, salió la                        princesa de bebé y la llevaron a palacio.

                                                                             

                                                                              FIN

 

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La Isla Desaparecida

LA ISLA DESAPARECIDA

 

Un día, todos decidieron hacer un viaje a conocer otro lugar. Cogieron el avión del aeropuerto de Londres, en Oxford. Cuando cogieron los asientos y se pusieron en marcha a otro nuevo lugar, Raquel encontró un papel hecho una bola, estaba podrido y muy arrugado. De momento exclamó:

– ¡ He encontrado algo ¡ – Dijo excitada y nerviosa.

De momento todos giraron la cabeza en torno a ella. Raúl, que estaba escuchando música en su nuevo I Phone, pegó un brinco del asiento y asustó a Carlos, que estaba distraído, mirando a la ventana, observando los colores del cielo y contemplando como se alejaba cada vez mas y eso a él le relajaba. Carlos le pregunta a Raúl:

– ¿ Qué ha pasado ? ¿ El avión se va a estrellar en el mar o que ?- Exclamó excitado, nervioso y asustado.

 

– No, es mas interesante, Raquel ha encontrado una bola de papel, quemado y arrugado. – Dijo en tono burlón.

– Vale, ¿ a ver Raquel ?- Dijo Carlos intrigado de saber lo que había dentro de esa bola quemada.

– Parece antiguo, por su aspecto.- Dijo Marta haciéndose una trenza con su pelo suave y sedoso.

– Si, llevas razón.- Contestó al momento Raquel.

Raquel, muy intrigada como los demás abrió la bola con mucho cuidado, porque el papel era muy endeble.

– ¡Ahh!, ¡ qué sorpresa !, ¡ pero si es un mapa !. – Exclamó Raquel muy emocionada y sorprendida.

– ¡ Qué suerte !, el tesoro esta cerca de donde vamos a ir, a Coventry.

– Es verdad, este mapa es de Inglaterra, ¿ pero este circulo que marca ?- Dijeron los dos chicos a la vez.

– La verdad es que no lo sé.- Dijo Raquel.

– Voy a mirar en mi mochila, a ver si he dejado aquí el ordenador, para ver de que sitio se trata en concreto, podríamos ir.- Dijo Marta muy ilusionada de ir.

Cogimos el ordenador, Raquel y Marta buscaron << Mapa de Inglaterra >> , y de momento apareció el mapa. Al momento Raquel dijo:

 – Es el mismo mapa del que viene aquí, si nos fijamos, en el mapa que hemos descubierto, hay un círculo justo en Bedworth.

De momento un sonido que provenía del avión comentó:

– Queridos pasajeros, os comento que ya estamos en el Aeropuerto de Coventry, en estas dos puertas podeis salir, en el centro, se encuentra una maquinaria, y allí, busque su maleta, que se haya importado, por favor, se ruega a que no haya ningún robo de alguna maleta que no os pertenezca. Gracias y que disfrutéis.

Todos salieron corriendo y cogieron las maletas. Cuando salieron del autobús, cogieron un taxi y se fueron a un hotel de lujo, porque ya era muy tarde para ir en busca de lo que había en aquel circulito tan extraño.

Al amanecer, todos se dispusieron a Bedworth, y caminaron hasta llegar a una costa, llamada Wenstminster.

Carlos y Raúl alquilaron un barco grande y hermoso, con comida y muchos mas lujos.

Nada mas que cogieron el barco, se fueron a aquel lugar tan extraño, que no conocían. Al momento, se encontraron en alta mar y se asustaron:

– Que miedo, teníamos que haber venido con nuestros padres.- Dijo Marta quitándose la trenza.

En el barco, había un GPS, y de momento apareció un círculo que rodeaba un sitio en el que estaban colocados. ¡ Era el mismo círculo que el que hay en el mapa !. Carlos miró al frente y se quedó muy interrogante al ver que no había nada , solo agua y agua, y más agua…

 

Se dieron cuenta de que eran fantasmas y de momentos todos empezaron a chillar:

– ¡¡Socorro, auxilio, sálvennos de aquí!! – Aterrorizados.

Al cabo de un rato, apareció un barco naranja que navegaba por allí, y escucharon esos chillidos. Eran un grupo de náufragos que se acercaron al barco, pero vieron que estaba vacío y ellos sabían que las voces provenían de allí:

– A mi me ha parecido oir estos chillidos aquí, pero por lo visto… no hay nada, esa voz me parece familiar, me suena a mi nieto Raúl, ¡ pero si murió !- Dijo el abuelo de Raúl, que iba con unos naúfragos.

– Si, abuelo, soy yo, Raúl. No me había dado cuenta de que había muerto. No me creerás, pero estoy vivo, he resucitado y estoy aquí con mis amigos en busca de algo raro que nos hemos encontrado. – Dijo emocionado de haberse encontrado a su abuelo, que seguía viviendo.

Al fin, se dieron cuenta de que aquel tesoro estaba en una isla que estaban pisando en aquel momento y que ellos no podían ver cómo era la isla, el tesoro que había…., pero lo que si vieron es que estaban juntos y unidos, incluso en aquella aventura tan peligrosa en la que se encontraba.

                                                                            FIN

 

 

 

 

 
 

 
 
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