El gran momento del vuelo mágico, visionando el horizonte esperanzado, en la dureza y la tristeza de dejar parte de una tierra llena de amor y dolor, se llega a un lugar desconocido pero a la vez gratificante.

Con mucho valor, conocimiento, experiencia  y sin saber que pasará, brindándote en todo para pagar las desavenencias de una vida pasada te entregas a las manos de un vigilante que como pájaro de mal agüero se te brinda para luego desarmarte.

Un mundo lleno de ilusiones que nunca pierdes,  de caerte mil veces, te levantas y vuelas nuevamente a otros nidos, donde buscar un abrigo y un refugio es necesidad imperiosa para seguir viendo la luz.

No es blanco ni negro, gris al principio y final, mojado entre lágrimas desde el cielo y la tierra, entre subidas y bajadas, de la mano de gente misteriosa pero de corazón muy grande, sigues viendo el principio del final, más cerca.

De norte a sur, donde se ilumina un horizonte caluroso, comienza otra era,  un mar lleno de esperanzas, para saciar la mente, y juntos llegar a un destino distinto, solos pero unidos, por un sinfín de diferencias, caminamos con el viento, escuchando el sonido del silencio.

Mario Di Bello

PERDÓN, TE ACLAMO PERDÓN

Hola soy yo
el hombre que de ti se enamoró
Si lo soy, el hombre que te prometió el cielo
Y no lo cumplió
perdón amor, yo soy el culpable de todo tu dolor
soy yo
el culpable de todo tu rencor.

En el momento justo
el día que me buscaste
la hora y el instante
que me necesitaste
la ausencia fue lo que hallaste
ante la necesidad latente.

Si lo sé
que ya no me quieres ver
que ya no me quieres querer
que el odio está en tu corazón otra vez.

Hoy me siento morir
hay un vació en mi corazón
en el fondo quisiera morir
porque sin ti ya no quiero vivir.

Te necesito mujer
fuiste tú la chispa que me enseño querer
eres lo más bello y no te quiero perder.

No quiero estar solo otra vez
maldigo mi vida por no estar ahí
maldigo el instante en que te deje
maldigo por no tener lo que mereces mujer.

Es triste saber que
no me quieres ni ver
Hoy mi alma muere
no me nace la vida si no logro verte
estar lejos y no poder secar tus lagrimas
estar lejos y no poder calmar tu mente
este amor la distancia lo está acabando.

No, no te quiero perder
en el rincón de tu pecho
mi voz te susurra
en el instante en que no esté
en tus sueños me escapare
para arrullarte
en esta noche olvidada.

Pero lo único que puedo hacer
es decir que lo siento
pero tú no me escucharas
porque dolor no te dejara mirar.

Pero mujer
ya sé que no soy tu hombre anhelado
el tiempo el amor lo ha acabado.

 

Si ya lo se

Las palabras se las lleva el viento

Pero mi corazón es el que siente

Que nuestro amor se desvanece.

El LLANTO DE UN POETA ENAMORADO

 

Socabas el horizonte

Tu ausencia, golpea como una ola

Y no permite que mis alas

Te protejan esta fría noche.

 

Pensar que en la vida

solo existe la amargura

pero al ver tu alegría me llenas de dulzura.

 

 

No sé como paso

ni cómo empezó

pero entraste en mi vida

y acabaste mi dolor.

 

Dolor que tenía

carcomiendo me la vida

pero la luz de tu mirada

acabo con mi agonía.

Entraste en mi corazón

cabalgando sin control

y te has convertido

en amuleto de salvación.

 

Eres la muñeca

que inspira a cantores y poetas

las flores hacen reverencia

por tu inconfundible belleza.

Mujer de labios dulce eres tu el cielo

o eres el infierno

Que condena mis deseos.

Abogando por tus caricias

soy naufrago de tus besos

solitario y vagabundo

desbocado caigo a un abismo. 

Abismo de dolor

que suplica al cielo  salvación

del ángel que mando Dios

a esta alma que sufre de amor.

 

El amor se oculta al horizonte

el amor se oculta tras un alma inerte

el amor es quien provoca al hombre

a escribir estas frases a tu nombre.

 

Quizá es noche me equivoque

Al profesar en tu nombre

pero mi corazón se revela

ante una mirada ajena.

 

Con sangre escribo estos versos

mostrando la verdadera esencia

que el hombre cuando ama se entrega

sin pensar en perder su existencia. 

Ojala que estos versos

culminen su objetivo

y no queden desterrados

al vagón del olvido. 

El corazón  destruiría

al poeta moribundo

que suplicaría al cielo

una lagrima de consuelo.

 

Consuelo de unos brazos

que me acojan en tu lecho

llamas del crepúsculo

del amor de mis anhelos.

Ámame, compañera

no abandones a este vasallo

tus ojos son el  faro

de este barco que se condena.

Hecho mis redes de tristeza

al océano profundo de tu amor

son tus aguas turbulentas

en las que muere este pescador.

Morir en tu nombre

hazaña de pocos hombres

arranco mi corazón esta noche

para no permitir que me abandones.