Encontrar o buscar la verdad da igual,
No existe igual belleza en el mundo,
Aunque así la dibuje.
Tu mirada atractiva, atrayente,
Me pierde en el tiempo por un instante,
Tu cabello sedoso tan suave como una nube,
Su aroma tan exquisito me hace contemplar,
Pero lo más hermoso que refleja tu belleza,
no es tu cabello ni tu mirada,
Tu forma de ser,
así de sentimental, sentimientos dulces,
Romántica, amas lo que haces,
emotiva y sincera en lo que dices,
es tu real belleza.
HOMBRE PERFECTO, ESE ES MI PADRE
PADRE ES AQUEL QUE TE AMA SIN CONDICIÓN
Y SIN DUDA EL QUE EN TU VIDA ES UNA BENDICIÓN.
ES EL QUE TE LEVANTE CON UN BESO
Y QUE DARÍA SU VIDA POR TI, NO HAY DUDA DE ESO.
ES EL QUE AYUDÁNDOTE SIEMPRE ESTARÁ
Y EL QUE DE TU LADO JAMAS APARTARA.
ES UN HOMBRE CASI PERFECTO
Y CUANDO ESTAS CON EL DISFRUTAS CADA MOMENTO.
SENTIMIENTO ENCANTADOR , ESE ES EL AMOR.
Liberada
Valeria, La Princesa.
VALERIA, LA PRINCESA
Había una vez, una princesa que vivía en un palacio. Se llamaba Valeria. Era bajita y delgada, con un vestido elegante y una corona que brillaba del bonito color.
Un día en el palacio, Valeria, se asomó a la ventana, y… de repente, llaman a la puerta de su habitación. Era un hombre elegante y alto, con la ropa mas cara del pueblo. Valeria le sonrió, y el hombre también, pero le dijo:
– Hola, querida Valeria, vengo a decirte que, si quieres que demos un paseo por…
– Vale, me da igual a donde sea, solo quiero estar contigo .
Interrumpió Valeria muy feliz al ver un hombre tan amable. El hombre se puso a reir con una sonrisa de maldad. El hombre era uno de los ayudantes de la bruja Gruñilda. Esa bruja era malvada.
El plan que tenía el hombre con Gruñilda, era llevarsela a su castillo, para acabar de terminar una poción.
La poción consistía en beberla para que ella fuera mas guapa.
Dieron un paseo y, cuando estaban viendo los mercados tan bonitos que habian, la cogió en brazos y se la llevó al castillo de la bruja Gruñilda.
Cuando llegaron, el hombre dijo una clave, para que se abriera la puerta. Cuándo se abrió, apareció la bruja Gruñilda, riéndose de haberlo conseguido.
Metieron a Valeria en una olla grande, que soltaba un humo de color. La mezclaron con los demás ingredientes y apareció un humo de color rojo. La bruja se lo echó en un vaso y se lo bebió. Al pasar un buen rato, la bruja se convirtió en una mujer más fea, porque en el libro de las pociones ponía:
» Si echas a una mujer elegante y tú eres fea, te conviertes en una anciana, de piel arrugada, sin dientes y con un traje horrible. »
Pues así se convirtió, porque había que hacer lo contrario, tenía que echar a una mujer de su mismo físico para convertirse en una bruja guapa. Al pasar unos años, la bruja se convirtió en sapo, se tiró a un charco y como no sabía nadar, se ahogó.
Unos ayudantes, partieron al sapo por la mitad y de ahí salió una bolita de oro que se rompió. De esa bolita tan minúscula, salió la princesa de bebé y la llevaron a palacio.
FIN