Entiendo que debí permanecer inmóvil por días
Llenos que parecieron infinitos siglos.
Fuerza no me faltó para creer.Valor no me escaseó e
Injustamente para ser desechado en el futuro y ser
La gran historia del pasado,siendo narrado en presente.
Ordinario fue el tiempo que me abandonó en la intemperie,
Solitario,con hambre de respuestas a resolver.El
Obituario del destino me esperó hasta el cansancio.
Siento que no voy a desconectar las
Esperanzas muy mías de las expectativas
Rebozantes que tengo para cumplimentar
En mi vida que es larga,si la disfruto
Únicamente como los que me rodean,y corta si
Nada más la invierto en dosis
Grandes de mi felicidad transparente de pureza.
Roles no me faltan para expandir mi sabiduría.
Asiento con la cabeza que obras benignas
Necesarias serán impregnadas de realidad.
Los años avanzan con prontitud como si esperaran
Acabar para darle paso a sus compañeros.
Cuando presentí que tocarías la puerta de mi mundo
Honestamente engané a mi alma,dejándome llevar por
Instinto,en busca de señales que me
Condujeran a tus cálidos pies.A tus delicadas manos o a tu inconfundible y
Adorable timbre de voz.
Quién dijo que nunca podré disfrutar con gozo
Una vez de haberte visto,de tu singular belleza?
Existís y residís en alguna parte de dónde me muevo.
Entiendo que aún nadie pueda acercarte a mi corazón.
Sos y seguirás siendo el ser más atrayente e influyente
Pero que no tiene precedentes.
Muy fugaz y solitaria
como una lágrima caída
que resbalando por el rostro
se lleva la miel y la risa.
Ojos tristes que semejan
a la lluvia en los cristales
resbalando de tristezas
escondiendo sus pesares.
Despertando amaneceres
de almohadas afligidas
que se clavan en las redes
de una mente abatida.
Hoy reposa de sus males
recluida en un convento
allí esconde sus achares
sus penas y tormentos.
María del Mar Blanco Mallo
04.06.2011
Antes de darme existir, no supiste que similitudes
Resaltarías en mí con relación a tus dones,tu
Intelecto, forma de obrar,de sentir o andar.
Entre choques generacionales que surgieron entre nosotros,
Lisa y llanamente eclosionaron disensos y consensos
Como causas posibles de ira imprevisible.
Los momentos que compartimos se almacenaron en mi
Actual y vigente memoria, reservorio de anécdotas.
Un día tuve que darme prisa para verte como materia inerte.
De un modo que no pude explicar por qué.
Indagar hacia qué destino escapaste es inútil.
Omití que en alguna circunstancia dejarías con
Grandilocuencia de dejar de decir presente