Ven a cacarearme grillo
que para luego es tarde
ya el águila piensa ser elefante
y el zorrillo el perfume perfecto.
Tan sin embargo
Tan no obstante
Tan antes bien
Tan empero que no
Y no embargante cae.
Como cualquiera donde quiera
ya qué en un visto que
hasta que tan pronto
sea aún apenas
como antes que
termine luego que…
Ármame con el desarmador ese
destuércele la rosca al cepillo
tensa la calma aclamando
la escápula y el esternón juntos
y en helecho lácteo vive.
¡Cada silencio en el olvido!
¡Cada masa con el mazo cede!
¡Ya te verás cómo te vieron!.
Ya le quita lo quitado
ya sale sin saber dónde
mal engendrado espera
alacranes mieles espera.
A sus heridas aplica clavos
al primer golpe centellas
luego cicatrices abre
en manos tales hábil
al sol socorre
la voz en la letra
con humo la tinta.
Labradora de lobos
el ruego regala
torpe áspid dorado
veloces fresnos suenan
de bronce la locura
acíbar amargo más
qué bien envidia
al perdón el escudo.
Ya tranquiliza rapaz
arena y cielo juntos.
¡Escóndete cielo!
Ya viene sin irse
Ya estéril almendra
Ya junta todos los ay.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez (Del texto e imagen)
Estoy intentando con todas mis fuerzas encontrarme, mi corazón yace vacío y mis versos son cortantes, mi cabeza está repleta de memorias dolorosas, con sensaciones de desolación y palabras quejumbrosas.
Me siento abandonada y sin un poco de compasión, cierro mis ojos y añoro solo un poco de inspiración, mi mirada se siente perdida , me quede sin ruta, me desplacé muy lejos,mi numen se ha vuelto brusca.
Cada línea se torna mas vacía,unas tras otras, se murió o lo han matado pero el amor en mi no reposa, el alma de este cuerpo perdió densidad y dirección, mas que vida yace en mí una profunda decepción.
Hoy no hay elogios ni melancólicos te amo, se irritan mis entrañas a falta de caricias y halagos, me consume el desasosiego con nublada tempestad, y no podía faltar sin duda la despiadada soledad.
Hoy no hay versos llenos de ternura ni regocijo, que te abrazan y te envuelven con cada suspiro, mientras te pozas en la metrópolis del éxtasis, glorificando al amor con irrevocable énfasis.
Hoy no hay poemas de un amor verdadero, quizá mañana el de uno soñado o de un amor ajeno, quizá una anécdota de amor prohibido o pasajero, pero hoy no, porque de desamor me muero.
Me gusta esto:
Me gustaCargando...
Si te gustó, ¡compártelo!
Alguien escribió lo que querés leer y está acá. Animate a escribir vos también.
Debe estar conectado para enviar un comentario.