Mi papá es el sol
Y no me importa
que no haga ningún gol.
Antes de nacer
yo lo elegí y con gusto
él me aceptó.
Hermoso y fuerte,
necesitó con alguien
su luz compartir.
Por eso un día
a la tierra bajó.
Desde entonces,
mamá y él
se han aventurado
a modelarme
para la risa y el llanto,
para la dicha y el quebranto,
y para todo cuanto haya
para vivir viviendo.
Mi papá es el sol
Aunque mis llantos
alguna vez
lo hallan abrumado.
Él se envalentonaba
y en sus fuertes brazos
me mecía y cantaba
hasta calmarnos los dos.
Noble caballero
que ilumina mis mañanas,
y no descansa hasta
mis sueños velar,
así tenga que madrugar.
Mi papá es el sol
A veces me sofoca,
cuando las cosas no
le salen a pedir de boca.
Por eso, sin ningún discernimiento
me refresco en los brazos de mamá
quien gustosa sale a mi encuentro.