SUGESTIONADO
Anhelo volar, pero me brotan escamas,
anhelo callar muchísimo y me azoro;
No hay hoja seca que no sea resta,
no hay sombra noble sin desenfreno.
Anhelo escuchar, pero me trago brumas,
anhelo esculpirme, pero me invalido.
No hay futuro callado que no estalle,
no hay fruta ni raíz de viento lento.
Dormiré, pues, antes que podrirme,
aliento descarnado, hueso del eco,
modelo caduco, sentimiento en fermento.
¡Adelante! ¡Adelante!. Nada sé del morirme,
adelante, a comer lo ya comido,
adelante riso, fecunda tu risa.
Entre más viernes menos madejas,
más lunas. y menos miércoles.
Por eso, el pino perece pétreo.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez.
(Tanto del texto como de la imagen)
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