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Inclemencia Tenaz

INCLEMENCIA TENAZ

En la garganta de la sed el viento alcanza,
la madera con que la primavera espera,
el rayo sombrío de la espuma incierto,
pedazo de tiempo indeleblemente rojo.

…Fasto melifluo infausto…

Asustado, el destino se ha escondido,
entre las piedras insaciables del suplicio,
entre las piernas de las puertas pardas,
acosados los cañones todo ignoran.

…Ínclitos renuentes indignos…

Embalsamando al verde la sed descansa,
entre la nada que perdura cada hora,
entre el manto triunfador de la tristeza,
engendrando ensortijada la muerte reacia.

…Escolio acoquinado infame…

Cuanto encanto el tiempo quita,
con la ingenua gracia de un acaso,
con la lengua larga de una aurora,
con la espesa espuma de un fracaso.

…Ampuloso alifafes enhebra …

Tejiendo de fiebre de luto la nieve,
tendida sembrando dormida parece,
y perece airado el reposo ausente,
y pregona claridad el yugo fértil.

…Tenaz inclemencia tenaz…

Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez.
(Tanto del texto como de la imagen)

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Patarateros…(Experimental)

PATARATEROS
(Experimental)

Si sí nos condena el polvo de las cañerías,
con las alas que se hacen bancos,
al perder los floreros fragmentados.
Fueron ciertas las nieblas. Aún vive
una alfombra en la hojarasca,
que olvidó todos los hilos
y las estepas,
aunque ninguna mariposa.

Las tardes,
los tordos tardos,
engalanan, azucarados, hortalizas, dispersas,
y el escombro
con un alfiler de sal arrodillando al sol
entre botellas derretido.

Porqué así embairíamos al peine carcomido
entre frutales desprevenidos
con arrobo de espejuelos
cada nieve que mantiene acalorada
el rubor en la orilla
simples minutillos hechos astillas
banderolas para vampirear impávidos
esqueletos y óleos turbios.

Habiendo embaído al viento
arenosos péndulos inclemente
cada vez más arrogante inepto.

Yo sólo a la nada espero.
Ve y embaíd al mismo diablo.
Como se adueñan acobrados
los gusanos abalconados
en bancarrota aftosa.

Así como embaísteis con ensueños
los muslos de las monedas
que siembran ambiciones
y visiones en despoblado.

Con aquello de embrionar fracasos
y desgajar maderas al martillo
enlagunándose y desclavando
hoyos y mañanas.

Con aquello que hubieron embaído,
salpicando descarados
cada rostro arrastrando
rabo y colmillo
uña y gatillo
alborotados y algodonosos.

Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez.

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