Decido regalarme
abrazos de ¡Feliz Navidad!
todos los días del año.
Decido escucharme
atentamente y disfrutar
de mi adorable compañía.
Decido que los ríos de mi alma
enjuaguen las tristezas y amarguras.
Decido sonreír
aunque mi rostro no diga nada.
Decido dar gracias
a las flores, montañas, mares,
nubes y aves, que dia a dia
nos regalan alegría.
Decido engreír a la
niña soñadora que llevo dentro.
Decido poco a poco
quitar el polvo del traje
de estrella que me pusieron
antes de nacer.