PATARATEROS
(Experimental)
Si sí nos condena el polvo de las cañerías,
con las alas que se hacen bancos,
al perder los floreros fragmentados.
Fueron ciertas las nieblas. Aún vive
una alfombra en la hojarasca,
que olvidó todos los hilos
y las estepas,
aunque ninguna mariposa.
Las tardes,
los tordos tardos,
engalanan, azucarados, hortalizas, dispersas,
y el escombro
con un alfiler de sal arrodillando al sol
entre botellas derretido.
Porqué así embairíamos al peine carcomido
entre frutales desprevenidos
con arrobo de espejuelos
cada nieve que mantiene acalorada
el rubor en la orilla
simples minutillos hechos astillas
banderolas para vampirear impávidos
esqueletos y óleos turbios.
Habiendo embaído al viento
arenosos péndulos inclemente
cada vez más arrogante inepto.
Yo sólo a la nada espero.
Ve y embaíd al mismo diablo.
Como se adueñan acobrados
los gusanos abalconados
en bancarrota aftosa.
Así como embaísteis con ensueños
los muslos de las monedas
que siembran ambiciones
y visiones en despoblado.
Con aquello de embrionar fracasos
y desgajar maderas al martillo
enlagunándose y desclavando
hoyos y mañanas.
Con aquello que hubieron embaído,
salpicando descarados
cada rostro arrastrando
rabo y colmillo
uña y gatillo
alborotados y algodonosos.
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