VALERIA, LA PRINCESA
Había una vez, una princesa que vivía en un palacio. Se llamaba Valeria. Era bajita y delgada, con un vestido elegante y una corona que brillaba del bonito color.
Un día en el palacio, Valeria, se asomó a la ventana, y… de repente, llaman a la puerta de su habitación. Era un hombre elegante y alto, con la ropa mas cara del pueblo. Valeria le sonrió, y el hombre también, pero le dijo:
– Hola, querida Valeria, vengo a decirte que, si quieres que demos un paseo por…
– Vale, me da igual a donde sea, solo quiero estar contigo .
Interrumpió Valeria muy feliz al ver un hombre tan amable. El hombre se puso a reir con una sonrisa de maldad. El hombre era uno de los ayudantes de la bruja Gruñilda. Esa bruja era malvada.
El plan que tenía el hombre con Gruñilda, era llevarsela a su castillo, para acabar de terminar una poción.
La poción consistía en beberla para que ella fuera mas guapa.
Dieron un paseo y, cuando estaban viendo los mercados tan bonitos que habian, la cogió en brazos y se la llevó al castillo de la bruja Gruñilda.
Cuando llegaron, el hombre dijo una clave, para que se abriera la puerta. Cuándo se abrió, apareció la bruja Gruñilda, riéndose de haberlo conseguido.
Metieron a Valeria en una olla grande, que soltaba un humo de color. La mezclaron con los demás ingredientes y apareció un humo de color rojo. La bruja se lo echó en un vaso y se lo bebió. Al pasar un buen rato, la bruja se convirtió en una mujer más fea, porque en el libro de las pociones ponía:
» Si echas a una mujer elegante y tú eres fea, te conviertes en una anciana, de piel arrugada, sin dientes y con un traje horrible. »
Pues así se convirtió, porque había que hacer lo contrario, tenía que echar a una mujer de su mismo físico para convertirse en una bruja guapa. Al pasar unos años, la bruja se convirtió en sapo, se tiró a un charco y como no sabía nadar, se ahogó.
Unos ayudantes, partieron al sapo por la mitad y de ahí salió una bolita de oro que se rompió. De esa bolita tan minúscula, salió la princesa de bebé y la llevaron a palacio.
FIN