Poema para una tierra amada.
Una sonrisa se asoma por la rendija de la rutina aquí nadie estorba todos sentimos esta energía que nos abraza el corazón y nos da la simpatía de identificar a un venezolano aquí y en la China.
Las mujeres más hermosas y llenas de valentía, la nieve en los Andes y el sol de Margarita, el Llano y sus cantares, no olviden a la chinita que sus bendiciones nos cobija día tras día.
Si estas en Maracaibo no olviden las Gaiticas porque aunque no sea navidad sí que atinan, te hacen cantar y alegran el día es como una tarde con Guaco y su sinfonía.
Luego esta Caracas una ciudad bendita, sus cerros llenos de historias y gente fortuita, capaz de crecer y luchar en la vida te enseñan lecciones y aprendizajes que dan dicha.
Aunque como soy porteña la mejor ciudad es la mía, Puerto Cabello te quiero tu costa es la más divina, el malecón y los castillos otra cosa te pintan es una magia en la vista que nos enseña el valor de ser parte de esta villa.
Si frío tú buscas… aquí mismo lo encontraras, lo bueno de esta tierra es que todo te da, los 365 días del año aquí tendrás una riqueza infinita es lo que Venezuela ofrecerá. Cubiro y la Colonia Tovar son paisajes para enamorar y si te pasas por los Médanos de Coro la arena te abrazara, la brisa te cantara y su gente te anclarara en sus maravillosos relatos porque como en casa te sentirás.
Puedo seguir hablando todo es agraciado en general por eso quien nos visita pronto se quedara, es que Venezuela tiene un hechizo que a los forasteros nutrirá de nuestros valores, energía y humildad, no se quieren ir y pronto terminaran siendo uno más de nosotros sin prejuicios y en igualdad.
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