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Arrepentimiento…

Nueve meses atrás no me imaginaba que mi vida iba a cambiar. Más que mi vida, mi persona, yo. Dicen que no hay que arrepentirse nunca de las decisiones que tomas. Que todo pasa por algo. No me cabe la menor duda. Todo tiene su por qué y el destino juega su papel. Perfecto, pero, ¿y el arrepentimiento?…

No es que me arrepienta de la decisión que tomé nueve meses atrás. Pero si me hubieran dicho que hoy iba a estar como estoy me lo habría pensado dos veces, ¿o no? No lo sé. El proceso de lo vivido ha sido muy intenso y bonito, pero a la vez muy duro y muy triste. A nadie le gusta sufrir, ¿verdad? Aunque dicen que te haces más fuerte y más valiente y más y más y más. También hay muchos menos sobretodo cuando la persona afectada es muy querida por ti.

¿Aprender? Sí, por supuesto que aprendes, pero creo que hay formas menos dolorosas de aprender. Aunque cuando estudiaba para alcanzar esa nota que iba a decidir mi futuro también dolía. Me dolían los ojos de estar tanto tiempo sentada frente al libro. Pero al final merecía la pena, entonces ¿dolor = satisfacción? No sé yo, a veces sí a veces no.

A decir verdad sí, sí me arrepiento de la decisión que tomé.  Del viaje que emprendí el día 20 de septiembre de 2016. Pero a decir verdad no, no me arrepiento porque ella me ha demostrado amor. Me ha demostrado que la mente es la que maneja todo y que si quieres puedes. A veces prefiero no amar, no querer, no sentir porque duele. Amar duele y que no me digan lo contrario pero es la esencia de la vida. Sin amor estaríamos muertos. 

Sí me arrepiento porque me duele, pero no me arrepiento porque estoy viva. A ti ?L?