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El Secreto No Tan Secreto De Noah

Capítulo cuatro

25 de abril, 2010.

Ya habíamos empezado con el rodaje, todo era tal y como lo imaginé, realmente estas personas son increíbles, hasta ahora Daryl es el más cerrado. Realmente no lo odio ni me fastidia—bueno, solo un poquito—solo me molesta su actitud de chico malo. En estos tres días, ya había hecho buenos amigos, alguno que otro creativo para estupideces, otro muy inteligente, intelectual, amigable, extrovertido …cada uno muy distinto pero genial.

Ha sido  un día cansado, me levante a las cinco—aunque esté acostumbrado a ello—me costó un poco porque tenía tiempo que no hacía esto, desde esa hora estuve trabajando ¿qué hora es…? Son las siete de la noche, entre mis horas de almuerzo y libres, Holly ha estado con antojos y Elliot y yo hemos salido a buscar esos antojos—los cuales eran demasiados—y en ciertas ocasiones hemos tenido que correr, ¿por qué? Yo les explico, aquí mi Sr. Amigo Elliot y yo somos  amigos estúpidos, hacíamos carreras en los pasillos de los supermercados, es cansado, tienes que evitar los obstáculos—personas totalmente lentas—y llegar hasta lo deseado.

En dos ocasiones provocamos un derrame…salimos corriendo, pero Elliot como buen hombre que es, levantó el frasco y lo llevó a caja para pagarlo, así es señores…él hombre es generoso.

Después de eso, tuve que  presentarle mis amigos a Halle, lo cual no me molesta, pero fue un poco cansado mi día y lo único que quería era dormir.Realmente fue muy bueno, mamá estuvo aquí y se llevó muy bien con mis amigos, ella se fue un poco más temprano  —demasiado —supongo porque se tuvo que haber incomodado, no lo sé. Mañana la iré a visitar y le preguntaré.

Y ahora, estando  aquí, acostado a un lado de Halle, conversando  y riendo como los viejos tiempos, puedo sentir como la normalidad se dispersa entre nosotros, pero puedo sentir algo. Algo bueno entre nosotros, no sé lo que es, tampoco me interesa, pero siento algo más que normalidad.

Ella me habla acerca de su universidad, sus festividades y como le está yendo muy bien,  puedo ver a través de sus ojos azules lo emocionada y feliz que se siente.

—Noah, quiero que vengas a mi graduación—deja de mirar al techo para mirarme a los ojos—eres muy importante para mí, creo que ya he tenido suficiente teniéndote lejos de mí durante cinco años, es hora de volver a los viejos tiempos. Te quiero conmigo de ahora en adelante.

—claro que iré,  no es algo que este a discusión, además ¿quién podría decirle no a la Halle y sus bellos ojos azules?—le sonrió socarronamente mientras observo como sus mejillas se ponen carmesí.

carraspea su garganta a modo de nerviosismo y me mira

—bien, eh…también quiero que me ayudes con las cosas de la boda, a elegir mi vestido, los postres, la reservación…tú sabes, cosas de bodas—aunque el tema me siente un poco incómodo, le demuestro mi sonrisa.

—no tengo problema alguno—le sonrío y fijo mi mirada en el techo.

—quiero también que me entregues al altar—me ordena, pero no lo tomo a mal, ella siempre lo hace para que yo responda…

—¿algo más su alteza?—le pregunto a modo de burla, ella me mira sería y luego se echa a reír.

—vaya…no has cambiado nada, tu personalidad sigue intacta, un poco más egocéntrico, pero sigues igual.

—¿y cómo no hacerlo?—pregunto con egocentrismo—si ahora estoy más bueno que antes

—¡Noah!—se ríe

27 de abril, 2010

Por primera vez desde hace cinco años, puedo sentir que comienzo a vivir mi vida normal, pero ahora con un trabajo fantástico y personas que me apoyan. Adam y Denny no han cambiado nada, siguen con su misma actitud graciosa y fría, una rara mezcla, pero los hace únicos.

—como me hubiese gustado estar presente en su boda—dije melancólico.

—tratamos de comunicarnos contigo, pero tu agente no nos quiso creer que somos tus amigos y supongo que jamás te dijo nada—habla Denny.

—es verdad, pero te podemos dar el video de nuestra boda—ofrece Adam.

—si, me encantaría. Como me hubiese gustado ser el padrino—me rio.

—hubiese sido bueno, y más cumpliendo nuestro sueño de ir a las Vegas juntos.

¿Vegas? ¿Juntos?  Sí, eso sería una buena idea, sería como una recompensa para ellos, pero se los daré como un regalo de aniversario. Sería lo más lógico.

—¿Noah?—Denny llama mi atención y Adam me mira preocupado.

—¿cuándo es su aniversario?—pregunto sin hacer caso a su pregunta.

Ambos se ven incómodos con la pregunta, Adam empalidece y a Denny parece que los ojos están a punto de salirse de su lugar.

—eh..—Denny se rasca la nuca—¿el cinco de junio?—mira a Adam con preocupación.

—ah…¿qué no era el nueve de mayo?—pregunta estando inseguro, yo ya me estoy confundiendo.

—si, creo que era en mayo—dice Denny.

—siempre celebramos aniversario  en distintas fechas—murmura Adam.

—okey chicos, veo que no recuerdan su fecha de aniversario. Así que la vamos a inventar. Dijeron que mayo, así que en mayo se hará una fiesta. Yo me encargaré de ello.

—Noah, no te preocupes, nosotros la podemos…—le corto a Adam

—no, nada de eso, puedo hacerlo, son mis amigos, se lo merecen, y aún más cuando no estuve presente en su boda. No quiero protestas, puedo y lo haré.

—eh…bueno, entonces gracias.

Minutos más tarde, ya nos encontrábamos hablando de temas  controvertidos, nos reíamos y hablábamos estupideces como lo solíamos hacer antes. Nuestra conversación se ve interrumpida por una llamada.

—discúlpenme chicos, tengo que atender—dije sacando mi teléfono del bolsillo de mi pantalón.

Me levanto de mi asiento y me alejo un poco, y con poco me refiero a fuera del local.

Sin ver el identificador, contesto.

  —¿hola?—contesto

—hey, emm…hola—habla una nerviosa Halle

—¿qué pasa?

—solo te llamaba para saber si ya mismo me puedes acompañar a comprar el vestido.

—claro, ¿a qué hora?

—después de almuerzo está bien.

—claro, ¿te parece si nos acompañas a comer en Charlie’s 1990—pregunto entusiasmado

—me encantaría, pero quedé  en cenar con Cameron.

—claro, no hay problema. Cualquier cosa estaré aquí ¿si?—mi voz suena fría y decepcionada

—okey—susurra antes de colgar

***

Habíamos estado aquí desde la mañana, todo el rato estuvimos conversando. Ahora nos encontrábamos comiendo una muy buena comida. Es decir, un buen spaguetti. Sin habernos dado cuenta, Halle estaba a un lado de nosotros, sus mejillas estaban rojas; un indicio de lo avergonzada que se siente.

—hola—saludó Adam, y Denny le sonríe de manera amable.

—hola, ¿qué haces aquí? ¿No se supone que deberías estar con Cameron?—pregunto tratando de ser sutil, pero mi tono de voz suena fría.

—él dijo que tenía cosas importantes que hacer, no tenía tiempo. Entonces, mande todo a la mierda y dije «me voy a comer con mis amigos» y aquí estoy…

—sabes que eres bienvenida con nosotros—le dice Denny. Todos sonreímos

Halle se sienta a lado mío, me sonríe como si estuviera pidiendo perdón.

—no me sonrías así, no pienso perdonarte, porque no hay nada que perdonar.

—gracias…

El mesero se acercó y tomó la orden de Halle, en poco tiempo le trajeron la orden y comenzó a comer junto a nosotros. Halle nos sonrío y comenzó una conversación, jamás hubo un silencio, ni por un momento. Se podían escuchar nuestras voces junto a los demás, pero entre nosotros nos entendíamos. Uno puede sentir cuando te están observando, y ese fue mi caso; Halle me observaba con mucha atención, su mentón recargado sobre la palma de su mano, mientras su codo estaba apoyado sobre la mesa.

Me volteo hacia ella para mirarla

—Noah, se nos va hacer tarde—dice ella en un susurro. Pestañea dos veces seguidas, podía ver ese pestañeo en cámara lenta y no notar lo cursi que estoy siendo en este momento.

—tranquila, no se me ha olvidado—miento descaradamente.

Hall y yo nos despedimos de Adam y Denny.

—yo iré en mi auto, ¿me sigues?—pregunta señalando su auto plateado.

—claro—sonrío

Cuando ya estoy dentro del auto, veo a Halle caminar hasta el suyo. Su manera de caminar, por alguna razón siempre había sido de una manera sensual. Sus caderas se movían, y por lo tanto su trasero se veía espléndido con ese simple movimiento.

Lo sé, soy un maldito morboso. Pero no puedo perderme los más simples placeres de la vida.

***

Más incomodo no me puedo sentir, esto de andar «comprobado» como le puede quedar a Halle el vestido de novia tiene sus ventajas y desventajas.

Ventajas, las madrinas de las novias son sumamente atractivas…al igual que las asesoras

Desventajas, las novias que creen que yo tengo la mentalidad de un cavernícola para andar como el «otro»

Algo que jamás he apoyado es la infidelidad, no me gustaría que me sean infiel ni yo ser el infiel.

Halle se está tardando demasiado, no creo que se haya ido a Narnia; pues este es en un armario y no en un vestidor.

—¡Halle! ¡Ya déjame verte!

Por un momento pensé que no saldría de ese vestidor, sin embargo, salió. La costurera corrió las cortinas del vestidor, mostrando el reflejo de Halle a través del espejo, con su vestido blanco, largo y muy pegado al cuerpo, un escote gigante en V que le llegaba hasta un poco más arriba del trasero. Su cabello estaba un poco desordenado, pero no se notaba ya que caía en cascada. Ella se da la vuelta con los ojos cerrados. Abre un ojo muy lentamente y luego el otro.

—emm…ah…ah…—tartamudeo, cierro mis ojos, me agarro el puente de mi nariz mientras niego con movimiento rápido mi cabeza.

—¿qué? ¡Oh dios! ¡Me veo horrible!—cubre su boca con una mano, mientras sus ojos reflejan terror.

¡Qué!

—¡qué! ¡No!—me sobresalto, me levanto y me acerco a ella—yo no quise decir eso…te ves hermosa, si hubiese una palabra mayor a esa, entonces la aplicaría.

Ella sonríe

—así me gusta, que sonrías—mi reacción cambia a una asquienta fingida—mejor no sonrías.

Su sonrisa se desvanece por una expresión de preocupación

—¿por qué?—pregunta

—tienes algo en el diente—finjo limpiar mi diente.

—¡en serio! ¡Oh dios qué vergüenza!—susurra mientras comienza dar vueltas mientras  intenta ocultar su rostro de los demás para que no le vean la «suciedad»

Mientras que ella está distraída dando vueltas y ocultando su rostro yo me estoy riendo de mí broma. Ella me mira.

—Noah, ¿ya salió?—pregunta mientras me enseña su dentadura, no creo aguantar la risa. Tengo que estar presionando mis labios entre sí para soportar.

—halle, pensé que era una suciedad, pero…es un hoyo

—¡qué! ¡Oh Dios mío! ¡Voy a estar sin diente en mi boda, me dirán Cindy!

—¿Cindy?—pregunto confuso

—¡Sin diente!

Mientras que Halle hace su berrinche y la gente nos mira, una de las costureras asustada se acerca a Halle.

—señorita ¿le puedo ayudar en algo?—pregunta y se acerca con cautela a Halle.

—¡no! ¡No me puede ayudar, tengo un hoyo en mi diente!—grita Halle

—¿me permite ver?—pregunta la costurera una vez más con cautela.

—está bien—susurra una halle si más remedio.

Guardo mis manos en mis bolsillos mientras camino hacia los demás vestidos e intentar esconderme.

—señorita, usted tiene sus dientes completos—dice la costurera. Yo la miro y ella se cruza de brazos frunciendo me el ceño.

Mis ojos se agrandan y se topan con los ojos achicados de halle, su ceño fruncido me demuestra que está muy molesta.

—Noah Miller…—habla con los dientes apretados.

—halle, déjame cruzar los vestidos y así poder llegar a Narnia ¿si?—intento sonreír sin sentirme amenazado

—de esta no te salvas Noah—cierra los ojos mientras respira profundamente. Sus fosas nasales parece que cobran vida

***

—Noah lo siento, lo siento mucho

—claro que no, tú no tienes el ojo morado y la nariz goteando sangre—murmuro con mi cabeza un poco echada hacia atrás.

—claro que sí, me duelen los nudillos

Me rio antes de entrar al ascensor, casi todo el vestíbulo nos quedo viendo.

En cuanto Halle me pegó no dejo de disculparse, compró el vestido y por las mismas me sacó del local, ya que…o salíamos a nuestra voluntad o nos botaban en contra de nuestra voluntad. Fue gracioso, porque en cuando caí al suelo Halle retrocedió bruscamente haciendo que una asesora se cayera sobre una clienta. Fue como dominó.

En cuanto abrimos la puerta de mi apartamento, nos encontramos con Elliot, él estaba distraído pero en seguida levantó la cabeza y sus ojos por casi se salen de su órbita.

—¿qué carajos pasó Noah?—susurra asustado de la respuesta.

Entro al departamento y me dejo caer en el sofá blanco.

—No, no, no. En el sofá no. Estás sangrando, lo vas a ensuciar—Elliot me saca inmediatamente del cómodo sofá para llevarme a la silla de la mesa.

—Elliot…no estoy sangrando a chorro.

—¿pero qué dices? Pareces cascada—replica Halle y Elliot asiente muy rápido.

Me comienzo a alterar, mi corazón late muy muy muy rápido.

—a ver…tranquilízate. Estas ventilando y eso no es bueno—me da un golpecito suave en el hombro—Halle el botiquín esta en el baño principal.

—okey, voy por ello.

—ahora sí me vas a contar lo que pasó.

—que mal educado, se pregunta, no se ordena—bromeo y Elliot entorna los ojos.

—Noah…—me amenaza, su mirada está fija en mí.

—le hice una broma pesada a Halle y ella estaba tan furiosa que me dio un golpe.

—¡Broma pesada! ¡Noah, me dijiste que tenía un hueco en el diente!—Halle alza la voz justo en el pasillo, haciendo que su voz suene más alto de lo normal. Elliot y yo nos asustamos, Elliot no tanto, más bien, le fastidió un poco el grito.

—Dios, tu amiga tiene la voz muy chillona—susurra Elliot.

—si, lo bueno es que solo es cuando está enojada—digo todo serio pero en cuanto termino de hablar sonrío.

—te escuché Noah—Halle se  pone en frente de nosotros y suspira.

—pero bueno…aquí va mi pregunta—está tranquilo— ¡¿no pudiste pegarle en las pelotas en vez de la cara?!—ya se puso gritón.

—lo pensé, pero después me tocaría cargarlo fuera del local—responde Halle.

—¿quién te enseñó a golpear?—pregunta un asombrado Elliot

—el tarado que está allí—me señala y yo más indignado mi cara no puede demostrar.

—no sabía esa faceta tuya, Noah—entorno los ojos ante la declaración de Elliot.

—él era el matón del instituto. Bueno, no tan matón, más bien él defendía a las víctimas de los matones; era el matón de los matones.

—gracias Halle por explicar lo inexplicable—le sonrió falsamente

—no hay de qué Noah.

—bueno, me van  las explicaciones—se encoge de hombros

Halle le pide permiso a Elliot para que ella pueda curar las heridas que provocó ella misma. Supongo que la culpa la carcome por dentro, aunque conociéndola, eso solo fue hace media hora, porque en este mismo instante se ríe de mi cara masacrada. Suelto una risa al recordar que el golpe en el ojo no le fue suficiente y fue cuando me golpeó en la nariz.

Un ligero golpe en el hombro me saca de mi nube de recuerdos. Y es que a Halle parece no parecerle suficiente los dos golpes que hace media hora me dio.

—no te rías idiota—sonríe.

—¿qué? ¿No te pareció suficiente con esos dos puñetazos?—menciono con cierto toque de picardía y gracia.

Ella ríe una vez más y sigue limpiando la sangre de mi nariz. No dijo una palabra más. Mientras que ella hacía su trabajo me puse a pensar en cosas. Cosas como porque el arroz se llama arroz, o porqué las empresas ayudan a producir Cancer (hablo del cigarro) de seguro han de estar contra el Cancer porque tal vez y solo tal vez un pariente tenga esta enfermedad incurable que se puede ir pero algún día llegar y producirá su muerte, pero sin embargo, siguen habiendo cigarros para que otras personas lo fumen, ganar dinero y así pagar sus medicinas.. Justo en este momento por la pérdida de sangre no se me ocurre una palabra sensata y correspondiente para esa pregunta que no está escrita en mi cabeza con símbolos de interrogación.

Y ahora la pregunta más capciosa…¿por qué todo lo que pienso me lo imagino cómo si estuviese escrito? Es como ver una redacción hecha por una máquina de escribir. Supongo que mi cabeza se siente más organizada y segura de mi escritura solo si todo lo que pienso es proyectado como si una máquina de escribir se tratase al momento de cerrar los párpados o al momento de distraerme. Obviamente las imágenes no, pero es un poco similar. La imagen está en mi cabeza y es como si al momento de pensar acerca de lo sucedido en esa imagen se escribiera a un lado; con la misma letra de una máquina de escribir.

Lo sé, estoy loco. Pero me importa un bledo, mi locura puede llegar producir sonrisas y muy buenos momentos, como también enojo y muy malas decisiones. Una parte que no me gusta de mi locura.

Mientras que yo pensaba, Halle ya había terminado, hasta me avisó que ya terminó, sin embargo, mis pensamientos eran tan Fuertes que no le presté  atención a su aviso o cuando se puso a conversar con Elliot, de hecho, hasta jugaron piedra, papel o tijera (¡y sin mí!). Salgo de mi trance en cuanto Halle se acerca a despedirme de mi. Lo que básicamente al no responder instantáneamente me dio una bofetada. Si señores, la chica tiene problemas de ira e insatisfacción  total.

Sobando mi pobre mejilla mientras camino a la puerta principal para acompañar a la chica con problemas de ira e insatisfacción  total hasta la puerta, una vez más tuve el placer de poder  escuchar su lamentos.

—como sea, ya se tu secreto—murmuro abriendo la puerta, ella se pone enfrente de mi

—¿a si?—pregunta nerviosa

—si, definitivamente tienes problemas de ira e insatisfacción  total

Suspira de alivio. Pero al instante su ceño se frunce.

—¡oye!—levanta su mano, y en el último de los casos cruzo mis brazos frente a mi cara.

—ya no más.

—¿qué?—pregunta desconcertada—no te iba a dar una bofetada Noah, solo iba a hacer…—sus mejillas se sonrojan. Tal vez sea porque tengo la razón.

—¿qué? ¿Qué ibas hacer?

No obtuve una respuesta, obtuve mucho más. Mucho más de lo que había pedido. Me había besado. Ella me besó. ¡Y estando comprometida!

No fue una beso de lengua, fue uno bonito, pero corto. Para mi desgracia.

—Halle, tú… Estás comprometida—susurró un poco desconcertado y ofendido.

—lo sé, y no me arrepiento—sonríe—esto entre los dos ¿si?, quiero que sepas que esto lo hice por una sola razón.

—¿cuál?—mi cara de desconcertado no cambia.

—algún día te lo diré—me mira—pero no ahora. No ahora. ¡No ahora! No. Solo estoy confundida. Adiós Noah.

Ella camina con prisa hasta el ascensor. Ella entra, pero las puertas siguen sin cerrarse. Camino apresurado hacia ella. Las puertas estaban por cerrarse, mi mano las detuvo.

—Halle, creo que no tienes ni la mínima idea por la que vine a Jacksonville—niega su cabeza—vine hacer una serie, eso lo sabes. Pero acepte el papel más por ti. Vine por ti, ahora tú estás comprometida y por respeto a ti y a mí, no te bese cuando he tenido oportunidad. Simplemente no lo hice.

>>Y ahora vienes tú hasta aquí, vienes y me besas. Me haces perder mis estribos. Sabes, eres una egoísta.

—tienes razón Noah, pero ten por seguro que yo aquí no soy la única egoísta—su voz es triste y firme.

Y sin más doy un paso hacia atrás, las puertas se cierran y Halle se va con ellas. Justo ahora se podría decir que fui un idiota.

Fui un idiota al decirle que fue egoísta.

Pero he aquí un acontecimiento. Esto es una confirmación de cuán locas están las mujeres.

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El Secreto No Tan Secreto De Noah

Capítulo uno
2 de abril, 2010.

Halle…oh, Halle.

Mi mente no dejaba de torturarme con su nombre, desde que la conocí; su nombre ronda por mi cabeza. Y esta vez no es la excepción.

Ella es una chica muy hermosa…cabello dorado, ojos azules, labios rosados y carnosos, buen cuerpo, una nariz preciosa.

También es graciosa, humilde, tierna e inocente—no tan inocente—pero algo que me encanta de ella es…que no es vanidosa, aparte de que no es de esas chicas que son unas zorras—en pocas palabras—ella es muy distinta, eso la hace única.

– Hey…tranquilo, ya la verás—dice Elliot palmeando mi hombro

– Yo sé que la veré, pero ¿Qué tal si no me recuerda?—él me alza una ceja.

– Aparte de paranoico estas alucinando—rueda los ojos—te has visto con ella medio Skype. Déjame recordarte que tendrás todo un año para verla.

– Tienes razón, lo que dije no tuvo lógica—rio un poco—sabes… eres un muy buen amigo más que un representante—sonrío de lado.

– Oh vamos, ambos sabemos que soy bueno en ambas cosas—dice con euforia fingida.

Ambos reímos por unos momentos y cuando menos lo esperamos hemos caído en un silencio. Me dedico a ver de lo que resta del paisaje de Manhattan hasta que lleguemos a Jacksonville. Pocas horas después el avión ha aterrizado y una multitud de fans me han venido a ver. Busco entre la multitud a mi familia, por un momento me decepciono hasta que escucho…

– Déjenme, es mi hijo. No lo he visto desde hace seis años—reclama mamá.

– Señora, no puede acercarse—habla Hank intentando no ser grosero con mi madre.

– Déjala Hank, por favor—digo y Hank asiente, él realmente es un buen guardaespaldas, no lo puedo negar, aunque…si puedo asegurar que a veces suele dar miedo al igual que Peter.

Sin más, ella se acerca y me rodea con sus brazos mi cintura. La he extrañado mucho, ella fue la que me apoyó con todo esto a pesar de la muerte de mi padre, ella siguió adelante al igual que con su apoyo hacia mí.

– Señora Miller, usted no es la única que quiere abrazar a Noah—dice Halle con un tono burlón pero a la vez quebrado por las ganas de llorar.

Mamá se parta las pocas lágrimas que yacían en sus mejillas, dándole paso a Halle con una gran sonrisa.

– Hall…—murmuro cuando ya la tengo entre mis brazos.

Su olor a lavanda sigue intacto, al igual que su belleza.

– Estas tan grande…—dice hall en medio de una pequeña risa. Ella se aparta un poco y retira sus lágrimas.

– Eso se supone que lo diría mamá—le recuerdo con una sonrisa amplia y socarrona, ella sonríe, rodeo los hombros de Halle con mi brazo izquierdo y a mamá con el brazo derecho.

Salimos del aeropuerto y me encuentro con una gran multitud gritando mi nombre a los cuatro vientos. Mi mamá y Halle se tapan la cara para que los flashes no les afecte la visión. Al llegar al auto, todos soltamos un largo suspiro.

Elliot va en otro auto con Peter. Yo estoy con Hank y mis dos personas favoritas.

– Cariño, dime que vas a quedarte a vivir conmigo—mamá me mira suplicante. Lastimosamente, no lo haré. No voy a quitarle a mi mamá su privacidad.

– Lo siento mamá. No puedo, los fotógrafos te estarán persiguiendo por todos lados. Estar conmigo es como no tener privacidad. Te prometo venir a visitarte todos los días, llevarte de compras, a comer…

– Está bien, pero quédate a dormir solo esta noche—me suplica. Quiero negarme, pero me es imposible con esa mirada de borrego a medio morir.

– Está bien, pero solo por esta noche—la apunto con un dedo. Halle se ríe y mi mamá frunce el ceño hacia mí. En un rápido movimiento ella me da una pequeña bofetada. Atónito miro como me señala amenazante.

– Noah James Miller…¿qué te he enseñado? No se señala a las personas—miro su dedo y ella se percata—solo yo te puedo señalar.

– Está bien mamá—murmuro arrepentido.

Inconscientemente miro el retrovisor y puedo ver a Hank con una mano cubrirse la boca para no reírse. Este mira el retrovisor y al darse cuenta de que tengo mi ceño fruncido hacia el cambia su rostro a uno más serio. El cierra la pequeña ventana que separa al chofer del pasajero y se escucha una risa. Él se está burlando de mí.

Esto es humillante

Al llegar a casa, me doy cuenta de que todo está intacto, nada ha cambiado. Al menos el exterior.

Hank nos abre la puerta, les tiende la mano a mamá y a Halle para ayudarlas a salir. Cuando llega mi turno yo estiro un poco mi mano esperando a que Hank la agarre y me ayude a bajar—obviamente en broma—pero este está todo rígido.

– Hank… ¿no me vas a coger la mano?—digo con la voz un poco femenina. Este me mira, baja un poco sus gafas y se ríe.

– Noah, deja de hacerte el payaso—murmura cogiendo mi mano fuertemente, cómo macho que se respeta para sacarme del auto.

– Hank…así no se trata a las damas—trato de hacer mi voz femenina pero la risa no me lo permite.

Al entrar a casa, me doy cuenta que está igual como la recordaba. Todavía recuerdo el día que conocí a Halle. Mi perro la iba a morder y yo la defendí. Recuerdo que ese día mi perro tal vez no logró morderla, pero si rasguñarla. Ese día fui su doctor.

«de su pequeño rasguño salía un poco de sangre, sparcle va estar castigado sin filetes esta semana. Levanto la mirada para verla mejor. Su cabello es dorado, sus ojos son azules y llenos de lágrimas, sus labios son rosados y hechos un puchero. Es bonita, pero no me gusta verla triste, quiero verla como es cuando está feliz.

– Tranquila, yo te curo—le sonrío. Ella me mira preocupada.

Voy a la cocina y de allí saco un trapito y lo humedezco. Resoplo al darme cuenta de que aún tengo que ponerme de puntitas y estirar mi brazo para poderlo humedecer el trapito. Una vez lo logro, me dirijo donde está la niña. Limpio la poca sangre que había, coloco una bendita y doy un besito encima de la bendita. Mi mami dice que con un besito se resuelve todo. Le sonrío.

– Gracias—ella frunce sus labios y me besa en la mejilla. Estoy asombrado, avergonzado y sonrojado. Mis ojos están muy abiertos y mis labios están sellados pero algo fruncidos—mírate, eres chistoso cuando estas rojo—se ríe—soy Halle Harper—me sonríe.

Reacciono al escuchar su nombre, es muy bonito. Tal vez sus padres se dieron cuenta de lo linda que ella era y por eso le pusieron Halle.

– ¿cómo te llamas?—me pregunta, sacándome de mi trance.

– Eh…me llamo Noah, Noah Miller—le sonrío

– Soy nueva en este vecindario ¿quieres ser mi amigo?—yo asiento con euforia y emoción.

– Seremos los mejores amigos…»

Desde ese día ella me comenzó a gustar. Habremos tenido unos cuatro o cinco años cuando nos conocimos y yo me comencé a enamorar de ella cada vez más. Lo sé, ¡qué cursi! Pero es la verdad, he tenido muchas novias pensando que me podría enamorar de alguna de ellas, pero no pude, ninguna era como Halle y por ende mis relaciones no iban más allá de los tres meses. Halle me tacha por perro por esa razón. Pero lo que ella no sabe es que todo este tiempo busco olvidarla con otra persona. Y de allí mi conclusión, no se puede olvidar a una persona con otra. Es imposible, tal vez por un rato, pero al final llegas a lo mismo. A parte de que te hieres a ti mismo y a la persona con la que trataste de olvidar a esa persona.

Me doy cuenta de que estaba mirando un punto fijo de la casa, mi mamá, Halle y Hank estaban conversando amenamente, no sé de qué se reían pero mi teléfono comenzó a sonar, llamando la atención de todos.

– ¿sí?—contesto sin saber quién es

– Noah, ¿dónde carajos estas? Deberías estar en tu nuevo apartamento—Elliot habla muy rápido, conclusión: está desesperado.

– Tranquilo, estoy donde mamá, me quedare a dormir aquí solo por esta noche y luego iré al apartamento.

– Está bien, no vayas a ningún lado sin Hank—me ordena.

– Claro—digo en tono burlón, cuando Elliot se pone así da risa.

***

Ya era tarde, mamá fue a enseñarle la habitación en la que dormirá Hank solo por hoy, Hank decía que dormirá en el sofá. Pero mamá como no es mala persona, obviamente lo obligará a dormir en una habitación con una cama muy cómoda, y si Hank no lo hace, entonces…atentará a las consecuencias de Sarah Miller.

Mientras que ellos discutían que Hank no dormiría en el sofá, yo me encontraba solitario en la cocina, con una papa y un marcador. Aburrido de la situación, comencé a dibujarles caritas graciosas a las papas. Al poco tiempo las papas se me acabaron y comencé con los huevos.

Miré un huevo en especial.

– Mmm…tú tienes cara de drogado—miro al huevo— ¿qué te fumaste? ¿o acaso inhalaste?—le pregunto al huevo, esperando una respuesta.

– Pensé que los huevos no fumaban ni mucho menos inhalaban—me sobresalto al escuchar la voz de Hall.

– Pensé que te habías ido—dije mientras hacía que mi taburete girara para ver a Hall.

– Así era, pero preferí hacer una pijamada con mi mejor amigo que ya está de regreso—dice encogiéndose de hombros mientras pone cara de «¡sorpresa!»

– Bueno, entonces como actividad de la pijamada será…dibujar caritas raras a los huevos o papas, pero no más a los huevos. Llegaste muy tarde, las papas ya están hechas—digo señalando a todo mi ejercito de papas con caras raras.

– Entonces…hagamos otro ejército, pero de huevos—dice riendo.

– Eso sonó grosero—mi sonrisa se fue ampliando— ¡y eso me encanta!

3 de abril, 2010.

No lo puedo creer, ella me tendió una trampa. Ya lo tenía planeado, pero no pensé que me haría lo mismo. Esto es humillante.

– En serio no lo puedo creer—digo quitándome el maquillaje de la cara—Hall me estoy desesperando, esto no sale—digo echándome agua a la cara, me doy la vuelta y me encuentro con la sorpresa de que ella ya no tiene el maquillaje que le puse mientras dormía.

– Ven, yo te ayudo—ríe. Me acerco frustrado y le dejo el trabajo a ella. —quien diría que tendríamos la misma idea—dice mientras me quita el maquillaje con algo que no sé cómo se llama.

– ¿qué es eso? ¿una poción mágica o algo así?—pregunto asustado del producto que me está poniendo para quitarme esta porquería de pintura que se ponen las mujeres—no me digas que estudias en Hogwarts.

Ella se ríe.

– Oh dios, eres una bruja y no me lo has dicho. Todo este tiempo me has estado mintiendo—me alejo y me froto las manos en mi cara. La señalo—todo este tiempo he estado con una bruja que lo más posible me llame Muggle a mis espaldas.

Comienzo a caminar alrededor de la habitación mientras balbuceo cosas sin sentido. Hall solo se ríe. Eso me gusta, verla y escucharla reír. Pero esto…es traición.

– Noah…—no le presto atención—Noah…—sigo sin hacerlo— ¡Noah!

Me sobresalto al escucharla y mi atención ahora la tiene ella.

– ¡¿qué?!

– No soy ninguna bruja, no estudio en Hogwarts, y no te llamo Muggle a tus espaldas.

– ¿y jamás lo harás?—pregunto

– Jamás—me sonríe

– ¿y eso?—señalo el frasco de la «poción»

– Se llama desmaquillante—pone los ojos en blanco

Eso lo explica todo, escuchamos un grito de parte de mamá. No es un grito de susto, es un grito que aclama nuestros nombres. Algo me dice que estamos en problemas.

Hall y yo nos miramos sabiendo por qué mamá nos llama. Se siente como volver al pasado, cómo cuando mamá nos llama por las travesuras que hacíamos…y lo mismo nos pasaba cuando estábamos en la casa de Halle, lo cual no estaba lejos, solo está a dos casas de la mía. Por lo tanto, de alguna u otra manera los padres de Hall o mi madre, se enteraban de nuestras travesuras.

– ¡Noah y Halle!—volvió a gritar.

Nos miramos otra vez, pero esta vez, nuestros ojos estaban más abiertos que nunca.

– Será mejor que bajemos—comento, ella asiente

– Buena idea—sigue asintiendo.

Yo soy el primero en salir de la habitación, Hall va detrás de mí. Al llegar a la puerta de la cocina, Hall y yo nos miramos. Preguntándonos quien se asoma primero.

Señalo la cocina con la cabeza, dándole a entender que vaya ella. Ella niega.

– A ti no te regañará, ve tú—ella abre los ojos sorprendida.

– Ella es tu madre, no la mía—me reprende en un susurro.

– Tu harías lo mismo si fuesen tus padres—le recalco en un susurro

– Cierto—pone los ojos en blanco—Piedra papel o tijera—susurra.

– Está bien.

Ella saca papel y yo piedra al mismo tiempo. El papel cubre la piedra, ella gana, yo pierdo. Asomo la cabeza por la puerta y después Hall.

– Noah…ya te vi, y a ti también Halle—mamá se cruza de brazos.

Ambos salimos de nuestro «escondite» y agachamos la cabeza.

– ¿si mamá?

– ¿si Sra. Miller?

Siempre hacemos lo mismo. Que viejos tiempos. Pero ahora estoy a punto de ser regañado por mamá.

– ¿uno de ustedes me puede decir qué hacen mis huevos y papás con caritas?—Hall y yo nos miramos y estallamos en risa.

– Mamá…que grosera—la reprendo en broma. Ella se sorprende y su boca es una gran «O»

– Yo…yo no quise decir eso, yo no soy grosera—mamá balbucea avergonzada— ¡yo no quise decir eso Noah Miller!

***

Fue una poco difícil despedirme de mamá. Ella me recibió con los brazos abiertos y yo me fui…okey, no. Pero si fue un poco difícil, su rostro técnicamente me suplicaba que me quedara. Definitivamente si no fuese alguien famoso al que acosan día y noche, me quedara con ella. Lastimosamente las cosas no son así, las personas buscan meterse bajo mi piel para saber más sobre mí, crear rumores sobre mí y eso obviamente implica meterse con las personas que amo. Traducción: Mamá y Halle.

Al llegar al apartamento, me encuentro con Peter sentado en la mesa leyendo el Jacksonville news y Elliot hablando por teléfono. Él es el mejor representante, se encarga de todo. El hombre es como Superman, pero sin capa. El mira los proyectos que me convienen y los que no. Él es como un padre para mí, y de los sobreprotectores.

– ¿Qué tanto me ves?—pregunta Elliot sacándome de mis pensamientos.

– Fuiste mi punto fijo para pensar y darme cuenta de que eres como un padre sobreprotector, muy sobreprotector—sonrío.

– Por favor Noah, el hecho que cuando te subiste a un carrito de golf y te haya obligado a utilizar un casco para que no te pase nada, no significa que sea sobreprotector—se excusa.

– Claro que sí— ya sentado en el comedor, murmura Hank escondiéndose detrás del periódico.

– ¡pero ni bien comenzó a manejar se lo quitó!

– No te excuses Elliot—murmuro mientras camino hacia la cocina por algo de comida

– Solo fue esa vez—se excusa Elliot.

– La vez que fue por un café, le pusiste doble guantes para que no se queme—comienza Peter.

– Cuando solo le daba cosas hechas papilla para que no se atore—sigue Hank

– O la vez que gritó «¡ayuda! ¡Noah se ahoga! ¡tiene un ataque de asma!» pensando que Noah se estaba ahogando, cuando realmente solo iba a estornudar—Elliot le corta la historia a Peter, ellos ríen, yo rio, y todos nos burlamos de Elliot. Es realmente gracioso ver como el hombre se preocupa por mí.

– Ya deténganse. ¿desde cuándo le hacen bullying a un hombre de veintiocho años?

– ¿Cuándo regresa Holly?—ignoro totalmente su pregunta y pregunto por la esposa de Elliot.

– Hoy, le di la dirección la semana pasada que vine a verla. La extraño demasiado.

Holly realmente es increíble, aparte de bonita, ella es sumamente inteligente y astuta. Si Hall la conociera, inmediatamente se daría cuenta de lo iguales que son. Holly es como ver a Halle, pero en versión morena.

El amor entre Holly y Elliot es único, a pesar de que vivían a quilómetros de distancia, ellos se siguen amando. Sus visitas eran constantes, Holly venía a visitar a Elliot y era muy agradable tenerla, o Elliot la iba a visitar.

Creo que este año será muy bueno, lo más posible es que me quede de por vida en Jacksonville. Y eso me gusta, tener cerca a mi familia me gusta.

El timbre suena y todos nos quedamos viendo la puerta, ninguno de estos tarados reacciona, así que yo soy el que va abrir.

Al abrir la puerta me encuentro con una Holly un poco nerviosa y paranoica. Ella en ningún momento ha alzado la vista, de repente suelta las palabras muy rápido.

– Elliot, estoy embarazada—alza la vista y sus mejillas se tornan a un carmesí.

– ¡Elliot! ¡serás papá!—grito al pasillo sin apartar la vista de Holly.

– ¡qué!—murmura detrás de mí, me giro para ver su reacción, pero lo único que veo es a un hombre desmayado en la entrada de mi apartamento.

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Sálvame.

Esto no es una expresión melodramática, es una nota de auxilio, SÁLVAME que me estoy muriendo.

Hoy no quiero salir de casa, no quiero ver a Doña Teresa barrer las hojas secas mientras canta algún bolero de Rocio Durcal, no quiero oler el pan fresco de la panadería de la esquina, ni ver a los estudiante transcurrir por las calles apretujadas de coches, no quiero ver al mundo reírse, ni llorar, ni estar cargado de estrés, ya no quiero ver al mundo ¿ es esto normal?.

Ayúdame que no puedo sola, puedo yo estar para ti cuando mas me necesitas, pero, ¿ estas tú para mi?

Si te importo VEN, liberame de los peligros, liberame de mi depresión, liberame de mi, ¿ te acuerdas cuando me dijiste que no querías que estuviera con malas compañías, que me cuidara y me alejara de personas inoportunas, con personas que intentaran  meterme en vicios y dañarme?, te cuento que estoy con la persona que mas daño puede hacerme, con una mano sujeta un cigarro mientras dice que no afectara mi asma y que el tomar antibióticos  nada tiene que ver con el poder tomar alcohol,  esta persona puede acabar con lo poco que queda de mi , soy yo misma, estoy conmigo, solo estoy yo, dime, ¿ como me alejo de mi?.

Sálvame por favor, quitame esto de la cabeza y quédate conmigo,de la manera en que quieras, pero ven y hazlo,  te estoy esperando, no tardes, tengo la luz apagada pero por favor no la enciendas, no quiero que veas el desastre que soy, métete en la cama y hazme sentir mejor.

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«ERES»

Eres la razón de mis anhelos, delirios e ilusiones, eres ángel terrenal que divaga en decadente sociedad, buscando hallar la vital felicidad que en el cielo ha de habitar, eres sueño cautivo en la alcoba de mi infante corazón, eres viva inspiración de pintor, compositor, artesano o escritor, tu piel es claro de luna tendido en las manos de la indomable sabana, tus labios son el almíbar que endulza cualquier amargo desaire, esos mismos labios que contemplo cada día, derrochando a cuenta gotas la más sublime dulzura, tus ojos son lagos cristalinos donde quisiera caer y perderme en sus aguas y así sin temor vivir perdido dentro de ti, tu lacio cabello desprende fresca fragancia, al igual que tu cuerpo de tan esbelta silueta, tu nombre es símbolo de logro y grandeza, tu angelical mirada me atrapa y arroja a senderos de infinitas fantasías, en ti residen tristezas, nostalgias y alegrías, ser parte de tu vida es el más grande regalo, como el que recibe un niño el día de noche buena y su alma renace en gozo y la más vivaz inocencia se crece en su espíritu, así me siento en instantes, cuando tus palabras acarician mis sentidos, quizá olvide recuerdos, quizá olvide derrotas, quizá olvide el silencio, pero a ti nunca «VICTORIA».

Carlos Luque


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Contigo El Sexo Era Más Que Sexo.

Hola cariño.
Perdona que te escriba, sé muy bien que soy una molestia, una piedra en los zapatos de la que no puedes librarte, sé que no quieres verme ni saber de mi, que me odias y te arrepientes de haberme conocido, que para ti soy lo peor. No te preocupes, a veces ni yo me soporto y hasta niego conocerme para no apenarme a mi misma, no es solo cosa tuya, estoy un poco loca y no me culpo espero tu tampoco me culpes ni te culpes.
Sé que me odias, sé que darías la vida solo por verme infeliz, y que harías fiesta si un camión me aplastara los pies.
Pero amor, el que me odies no me afecta, no me afecta ni lo mas mínimo, porqué sé que es mentira, el odiarme es solo un camuflaje para ocultar lo mucho que me amas, sé muy bien que por las noches, cuando llegas de trabajar, y entras cansado a casa, deseas que este ahí y deseas tener sexo, de ese sexo salvaje y descontrolado al que te tenía acostumbrado, que cuando te duchas piensas en mi, y que cuando te coges a cualquier puta siempre piensas en mi, por las noches en tu cama me deseas, y extrañas verme caminar sin ropa.
Yo también te extraño, no me apena decirlo, me odias por haberme ido así, sin decir nada, pero ya sabes lo inestable que soy, tenía miedo a enamorarme de ti. Te contaré un secreto, cuando teníamos sexo, sentía que mi cuerpo temblaba y que la cama no era lo suficientemente fuerte para soportarnos, cada parte de mi cuerpo te deseaba y extrañaba tu boca cuando se aparta, no te lo puedo explicar, pero contigo el sexo estaba dejando de ser sexo, era mas, no se si me entiendes, me estabas enamorando, mientras me follabas yo sentía que te pertenecía, no sabes el miedo que me dio, yo siempre sentí pertenecerme, no soy la clase de persona que pertenece a otra.
Yo lo siento.

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