La amistad,
¿pues qué es esta?
Es una relación bella,
¿quién quiere más?
En los demás confiar,
y compartir alegrías y penas.
En compañía la espera
de un buen rato pasar.
Quien no la tuvo,
como no la poseyó,
jamás lo supo.
Quien no la perdió,
nunca estuvo
con su entero valor.
La tarde de ayer.
Esa tarde solitaria, esa tarde llena de risas escondiendo verdades y reprimiendo esperanzas. Oh, cuántas lágrimas cayeron a ese suelo, gotas y gotas; melancolía y melancolía; recuerdos y recuerdos. Cuán grande es mi fe, pero cuán ilimitada es mi realidad. Esta soy yo, pero no soy yo; este es mi lugar, pero no es mi lugar; al parecer pertenezco a esto, pero no pertenezco a esto. Cuánto quise, pero cuánto odio. Paredes y silencio, mis amigos eternos, mi vivencia eterna, mis palabras eternas, mi amor pasajero y mi olvido lleno de recuerdos.
Si tú me dices que el cielo es azul porque así se lo pediste a Dios, yo te creeré.
Puedes hablar y parlotear la primera tontería que por tu mente pase y yo siempre te creeré.
Creo en ti de una manera imbécil, soy imbécil por creerte.
Si tú me dices que es verdad aún sabiendo que es mentira, yo creeré, la manera de decidir por mi misma y de tener criterio propio desapareció el día en que te conocí y que empezaste a pintar con palabras un mundo de fantasía.
Da igual, si dices que me amas, creeré, y me hará ilusión la mentira, porque soy idiota, y tu me haz echo idiota y tú dices que es verdad y yo te creo.
Quizás no era nuestro tiempo, quizás mis lágrimas derramadas no sirvieron de nada, todo se perdió así como se pierden las nubes en el cielo así te fuiste sin darme cuenta, pero a pesar de todo el daño que le hiciste a mi corazón sigues siendo esa locura que aparece en mis sueños.
Te amo lo he hecho desde aquel día que conocí las letras que forman tu nombre, pero todo quedó en un sueño y en los recuerdos de lo vivido.
Porque cada noche llegan a mis oídos esas palabras que muchas veces tus labios me dijeron ¡si! esas mismas cuando me decías te amo…
No puedo olvidarte si cuando trató de hacerlo veo tu imagen que se aparece en el cielo como un fantasma que no me deja en paz y solo espera a que salga la luna para a mi alma acechar.
Me despido con la esperanza de un día volverte a ver espero y todo te marche bien y que seas feliz en tu nueva vida.
Adiós mi amor, adiós mi bella niña de ojos marrón.
Quiero llenar al mundo de arte
A tus sueños llenarlos de versos
Con mis ganas de amarte sentirme tu dueño
Tu cuerpo cubrir con mis besos
Que cada uno de tus suspiros se convierta en mío
Poder entrar en tus sueños
Ser mucho más que tu amigo
Quisiera regalarte el mundo
Que tus caprichos sean cumplidos
No hay ni una moneda en mi bolsillo
Pero si permites, serían muy fuertes tus gemidos
Quiero poner estrellas en esta hoja
Y que tú veas brillo sobre mi copla
Ojalá que mi intento no sea en vano
Y que por fin me permitas tu mano.