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Pensamiento


Mi pensamiento me trastorna entre la
Depresión de tus recuerdos
Entre tu ignorancia y el olvido que se
Hacen rocas entre la pasión de mis sentimientos.
Mis pensamientos se agruman y se perturban
Al no poder tenerte entre mis brazos.
Lo único que puedo tener son los pensamientos
Coloridos entre el anhelo y la depresión por tus recuerdos.

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VOLAR

Quiero sentirme libre
Como la pasión toca al amor
Como el viento sobre el mar.

Como las palmas tocan el éxito
Quiero volar entre las esencias de
Las rosas y vivir entre las nubes
Que adornan al cielo.

Quiero volar entre la especialidad
Y la flexibilidad del conocimiento
Quiero navegar entre los ríos que
Se sienten libres en su expansión por la tierra.

Quiero volar como las aves apasionadas
Entre su vuelo que no deja rastro
Quiero que mi alma pueda volar entre
Las líricas de los colores sin atajos ni
Errores que tiñen la composición de su textura.

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ORTZIMUGA

Fronteras del cielo contemplan el amor
Las estrellas reflejan poder y las nubes las
Adornan con la pasión.

Aves en su vuelo se reflejan con el sol
Delicadas son en su canto que complacen el corazón
Dulces melodías se susurran entre el viendo
Que conducen al ego de las fronteras
De la pasión

Pienso en los jardines que hacen en cielo
De las imaginaciones del querer
Con fronteras en lo alto son los frutos
Del edén,

Suspiro como el viento que acoge las bellas
Hojas a su paso, como las aves que hacen su nidal
Como gotas de lluvia que recorren su libertad
Amor del bueno y del eterno es lo que
Se puede apreciar entre las hermosas
Fronteras del horizonte de la dulzura del cielo
En su muy lejano templos de los sentimientos mezclados
Con las alegrías.

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Soy Tuya

Soy la lluvia que  recorre tu fuego,

la niebla que desnuda tu pecho,

me desarmo ante ti bajo el cielo,

uno a uno espero tus besos.

 

Como un tigre blanco tu amor acecho,

bebo de tu boca, bebo de tus besos.
Soy como las hojas de un árbol en otoño,

soy como la brisa que toca el rio,

soy tu vida ante la muerte.

 

Mis huesos  inmóviles esperan tu calor,

cada uno de mis suspiros son tuyos,

cada centímetro que poseo te pertenece.
Tú eres mi salto a la verdad,

tus ojos son mi libertad, mi luz.

 

Ni el odio ni la envidia nos pertenecen,

somos solo amor puro…puro amor.

Soy tu mujer, tu esclava, soy tu noche  tu día.

Soy un mundo solamente para ti.

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Quiméricos Ademanes… (Experimental Neosurrealista)

QUIMÉRICOS ADEMANES
(Experimental Neosurrealista)

Muchos charcos humean, liras de dulzura, con vapores de sangre
que cubren de negro y rojo al bañar flores, en el acompañamiento lejano,
pues no estoy capacitado para toda la partitura.
Sólo golpearé
con un puño piadoso a la ventana dura, donde un cuervo se pierde
en las rígidas puertas, y en el pardo campo sin batalla.

Y se hincha, blanquecino y ni hace falta rezar
y bajar la cabeza al desamor, herido, y rápido,
pues la pereza ya no daña… Ni siquiera el vientre de caballos
muertos, sus patas extendidas, en el último amanecer de los labios de la suerte.

Lejos la arrastra el río, con desesperación, mientras se hunde
en luctuosos puertos invernales, la campana cubierta de tristeza.
Tiempo abajo, de la bala líquida que veo bajo el pantalón
y la camisa de una culebrilla.
Su pecho es inocente , sin pagar ninguna sonrisa, como un niño,
y su cadena sin cadera,
es el tibio camino,
eclipsado que conduce
al jardín de todos los prismas de placeres.

Me tiñe con el arte, crucificado en vano
por la flor que se extiende,
por mi árbol de otoño sin ojal.
Por entre eternidades, con laurel en mano,
cuyo horizonte es voz doliente, que humea como fuego.

Arrastrándose por el terciopelo, rumoroso, membrudo, coposo de la noche…
Olvida que hubo la vida, en la sed del caminante,
en la nada incomprensible, donde llega a sufrir calor,
de olvidos de tinieblas, de sudar, en una ingenua contracción,
sentir la piel quemada,
desperezarse lentamente,
pese a que yo tenía unos cien años más,
de jardín sin armonía que otros pasajeros,
del puente y las gargantas secas
pese a que eran obvios la plata grata, y al rato en una catarata dar la vuelta,
con la indolencia de la satisfacción.

Que la vida habrá, de terso pasto, olvida…
Se arrastran en sus inflexibles momentos,
angélicos desde los campos melancólicos de las cavernas,
sin las tinieblas nocturnas…

Cuando se emborrachan con aire y se juran amistad,
conversan con la brisa mezquina y cínica,
y despiadadamente un león se siente ya conejo en su congoja.

Y aunque la vida siga
de un cuerpo desterrada,
en la calma insomne de tarde blanda,
y aunque de esmeralda la espalda,
extraviada en mitad de la feria,
me mira sin piedad de cielo salvaje,
y te marchas,
cargada de maletas, sin pañales, sin tu mar más querido,
ni señas ni remite de ambición ni maldad.

El instante quedó,
en su puro albor pálido,
en la vigilia del espejo
como sombra del tiempo,
hasta el amanecer. Luego, entregados a la pasión,
tornillos, sauces, de ilusión y a escala,
trabajan cual necios sin remedio.

Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez.

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