Si tuviera que decidir entre una vida sin ti y una rosa maldita. Clavaría cada una de las espinas en mi pecho, para que sea así a lo arrecho, demostrarte todo mi amor de hecho.
Entre los delirios de un pintor y las locuras de un poeta, creo que eres mi digna profeta, de los sentimientos que en mi corazón impregnas.
Porque a mi ser, tu alma es benigna, mi rodilla se resigna ante tu presencia, con mucha paciencia lograr un camino, que juntos quizás nos lo habrá puesto el destino.
Quizás soy parlanchin, delirante, espadachín extravagante. Pero sólo por un instante, me sentí volando.
Como estando en un horizonte sin frontera, como el que nace, el que vive y el que se muera.
Eres mi diosa, eres una fiera y te elegiría una y mil veces mas entre cualquiera.
No se lo que escribo, no se lo que digo, a veces sólo hablo y hablo y otras tantas veces maldigo, pero prosigo y sigo en lo que sigo porque agradezco que hayas decidido estar conmigo.
Seré tu amigo, tu novio, tu esposo y tu amante. En cada segundo y en cada instante, que el fulguroso deseo de nuestro amor se llene de contemplor y ternura.
Que aunque la vida se joda y se ponga dura. Se que de todos mis males eres la cura.
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