No es casualidad, que yo te piense,
Mujer que no han visto mis ojos huraños
Y que busque tu rostro mientras pasa la gente
Mientras pasan los meses, convirtiéndose en años.
Mi corazón me grita que he de encontrarte un día
Y el calor del encuentro me avisará que eres tú
Lo sabré porque entonces sentiré la alegría
La alegría que espero desde mi juventud
Pero al verte una tarde de sol persistente
Y al secar con pañuelo el sudor de mi frente
Esbozaré una sonrisa y seguiré mi camino
Pues de tanto esperarte se cansó mi destino
Y aunque todo el jardín se me llene de espinos
Seguiré caminando, mientras pasa la gente.
Para comentar debe estar registrado.