De una madre a su hija
Te observo sin decir palabra,
observo el ritmo de tu respirar suave,
me acerco y tu aroma me hace suspirar,
no te puedo dejar de mirar.
Aun dormida eres hermosa como una delicada rosa;
Mientras duermes, en medio de los respiros
entra un suspiro que me enamora más.
Tu piel blanquita y delicada, suave y aterciopelada
calientica mientras duermes me deleito de verte.
Mientras duermes recuerdo ese día en que llegaste
revivo esa mañana cuando por primera vez te acaricie;
mientras duermes pienso que soy muy afortunada
Aún no creo que estés aquí, me haces muy feliz.
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