Soy un hombre complicado, mi concepto de vida y del amor son bastante peculiares, pero puedo asegurar que mis sentimientos son genuinos. En mi corazón mental hay un lugar muy oculto e íntimo donde está lo más valioso de mis sentimientos; en ese lugar guardo la confianza, el cariño puro, la fe, la alegría y la incondicionalidad. En ese lugar tan profundo de mi corazón mental, junto a esos sentimientos, hay varias personas que son dignas de estar ahí, como por ejemplo mi familia. Después de lo que he vivido decidí limpiar ese lugar, no todos son merecedores de mi confianza y de mi incondicionalidad, me han demostrado que hay quienes pueden ignorar el valor de ese pequeño lugar tan genuino e incluso romper los sentimientos que tengo ahí guardados como si de un juguete sin valor se tratara. He sacado a varios personajes de ese lugar ya roto y no permitiré un rasguño más.
Personas que pensé que se quedarían para siempre fueron de las primeras en salir, pero a ella no la puedo sacar de ese lugar, ella tiene algo que no he visto en nadie, es genuina. Su forma de expresar amor con más que palabras sin importar nada, me hacen creer sin duda que es verdad que me quiere. Es que eso es precisamente lo que me enamoró de ella, desde la primera vez que escuché su voz hablando de amor, esa alma tan transparente. Ella habla del amor real, no me refiero únicamente a ese amor entre hombre y mujer cliché que solo sale en las películas, sino del amor que se supone debería regir al mundo. Ese amor que existe en la mirada de una madre hacia su hijo, o en los abrazos que se dan con fuerza y ternura entre dos amigos de verdad, ese amor que refleja la sonrisa de un niño cuando no tiene miedo… Ese tipo de amor es el que expresa ella, ese amor de verdad. Es por eso que me encanta escucharla cuando habla sin parar durante una tarde entera mientras yo pongo toda atención en sus palabras. Cada cosa que sale de su boca esa tan cierta y bella, que me he enamorado de su alma. Cuando la veo no son sus ojos caídos los que me gustan, ni su cabello de algodón o su sonrisa con aparatos dentales, yo veo la manera en la que intenta expresarse, la reacción que tiene cuando descubre algo nuevo y no puedo evitar pensar en lo afortunado que soy al saber que soy el que conoce la belleza que hay detrás de esa expresión facial tan neutra. Es así de simple: no es su voz, es lo que dice; no son sus ojos, es su mirada; no es su sonrisa, es la razón por la que sonríe y no son sus brazos, es lo que siento cuando me abraza… La amo, simplemente la amo.
Ella cree en el poder de ese amor real y está familiarizada con la energía que corre entre cada partícula de cada átomo de esta tierra, esa mujer ve el valor de la vida por lo que es. Ella igual que yo sabe que no a cualquiera se le da un lugar en ese pequeño corazón mental lleno de sentimientos valiosos. ¿Cómo no darle un lugar a una persona así? Además me queda claro que yo también tengo un sitio en su corazón.
Andrea, tienes para siempre un espacio en ese lugar especial de mi corazón, ¿O debería decir «alma» en vez de «corazón»?
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