Bailabamos un vals,
separados, pero el mismo,
atados de corazón y no cogidos de manos,
abismos.
Sentimos pesimismo al vernos,
felicidad al olvidarnos ese minuto que brotamos,
pero siemempre volvíamos a caer,
a querernos, jugar otra vez,
si soy pez, y me muerdo la cola,
dime que eres tu cuando la luna miras sola,
y yo también pero que haremos..
Cristales suicidas en tiempos modernos.
Nuestro vals llamo a esta errata,
ese pecado que impacta a mi nuca,
en mi cerebro humo del primer cigarro que te fumaste,
y no fue conmigo,
por esas cosas la vida no tiene sentido a ratos,
pero la felicidad se nos nota en los párpados.
Será la famosa,
como las delgadas de cara gruesa…
Para comentar debe estar registrado.