Las Injurias De Una Peste

No es un secreto para nadie que es la humanidad misma la que construye su propia historia, forjando fragmentos que traspasan las barreras del tiempo y el espacio para propagarse con furia hacia las generaciones venideras. Los estragos generados por la vulnerabilidad de dicha especie quedan expuestos ante las miserias externas de cada contexto y un sinfín de contradicciones se vislumbra sin poder hallar una respuesta.  

En las circunstancias más desgarradoras se divisa la más cruda de las realidades, aunada a una perenne sensación de incertidumbre que desarma al ser humano hasta el punto de enfrentarlo con su propia debilidad, sabiéndolo incapaz de vencer en cada momento. La piel se transforma en un cristal mientras el alma se cubre de hierro con el paso del tiempo, sanando las heridas y abriendo las puertas a una posibilidad de renacer después de la tormenta.

Quizás estas palabras pueden definir el sentimiento de cualquier ser humano cuando resulta despojado de aquello que le es sagrado, aunque ni él mismo se dé cuenta de su valor. Se da cuenta de que no es nada, y ahora todo está de más. Duele tanto un golpe al orgullo, aquel capaz de lanzar un brusco empujón contra la verdad oculta en nuestra vida, pero dolería menos si se tuviera la oportunidad de abrazar las imperfecciones, las que conllevan al descubrimiento real de lo que somos y lo que en algún momento podríamos llegar a ser.

Tras las catástrofes nada vuelve a ser igual, y lo que se entendía como normalidad pierde automáticamente el significado que tenía. Sin embargo, la humanidad puede florecer otra vez, convirtiendo los vestigios de su pasado en lo que se conoce ahora como historia. Ningún acontecimiento está exento de repetirse, pero en el futuro se estará más preparado para hacerle frente al mismo, contando con recursos que antes no se tenían, y con un tiempo valioso que puede marcar la diferencia. Que este virus sólo represente un capítulo de nuestra historia, y que después de él podamos volver a encontrar el verdadero sentido humano para no perderlo jamás.

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