«¿Por qué pienso en él?» Me preguntaba, estaba enamorada de él y sagazmente me lo negaba a mí misma. El vacío que sentí aquel día fue por el reencuentro, una epifanía vino a mí ese día. El sentimiento sigue latente pero a su vez sé que no hay un camino por donde guiar mis pasos. No estoy en sus pensamientos en cambio, él siempre cunde los míos.
Te añoro más que a un rayo de sol en invierno, más que a un dulce en un día extremadamente amargo, más que a un momento alegre que me haga reír en un día triste; tu fulgurante ser esclarece la neblina que nubla mis ojos.
Autora: Gabriela Valencia
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