Mis pensamientos día a día llamaban tu nombre: ese nombre melodiosamente en mi cabeza; supongo que nunca lograste escucharme, observamos hacía distintos horizontes. Ahora comprendo porqué en noviembre llueve.
Me cansé de esperar por alguien que ni siquiera a dado el primer paso hacia a mí. Mi cielo estará un tiempo opaco, pero siempre recobrará su majestuoso color azul: brillará tanto que será confundido con el sol mismo.
Autora: Gabriela Valencia
Para comentar debe estar registrado.