Los días suelen transcurrir de una manera repetitiva, pero los pensamientos son los únicos que están en evolución constante.
Valoro que, en ocasiones nuestro pensar se torne de distintos matices, y, esa es la razón de nuestro estado de ánimo. Personalmente, cuando mis pensamientos se vuelven opacos levanto mi vista, admiro el azul del cielo, y, en ese instante todo se esclarece. La calidez del sol te embriaga: los colores resaltan con los rayos.
Lo que te hace diferente es tu pensamiento pues este es la clave. Encontrarás la compañía que contemplará el florecer del color de tus pensamientos.
Autora: Gabriela Valencia
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