Pudiese decirte un sin fin de palabras,
lograría hacer un diccionario colmado de
mis sentimientos por ti, pero tú no puedes
escucharme.
La osadía del viento de fluir en sentido
contrario, mi voz perdiéndose en el bullicio.
Mis palabras vagan por toda la ciudad
buscando al cálido ser que hizo de mí una
floreciente rosa.
La melodía de tu voz frecuentemente
acompaña mi pensar.
El ruido tempestuoso de los demás, mi voz
con frecuencia limitada y tú tan lejano,
perdido por el eco de una falsa voz.
Autora: Gabriela Valencia
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