Todas las entradas de: amelia del rocio

VOLANDO POR EL MUNDO.

Había una niña llamada Luciana de 7 años, era muy inteligente, ella vivía en un pueblito de la sierra pobre pero con gente buena. Ella soñaba con viajar y recorrer todo el mundo, desde los pequeños lugares hasta las grandes civilizaciones. Lamentablemente no tenía los recursos económicos necesarios para poder hacer realidad su más grande anhelo. Sabía que con más esfuerzo y más dedicación al estudio lo lograría.
Un día papa y mama volvieron como siempre de trabajar y cenaron los tres juntos; curiosamente era una noche muy iluminada, en el cielo resplandecían las estrellas. Cuando ya se iban a dormir, Luciana le pregunto a su madre si podía quedarse un ratito mas mirando el cielo. La madre le respondió que sí. Luciana se dispuso a mirar las estrellas, la luna, el lindo cielo; de pronto de quedo dormida y de inmediato vio que su alma dejaba su cuerpo y se iba alejando de su casa, atravesando las paredes e incluso podía volar, volar y volar….

Paso por sobre los cerros, vio todo el pueblo en donde vivía, era lindo. Llego por fin hasta la gran ciudad, vio los centros comerciales, los juguetes, recorrió los países todos sin excepción : Italia, Francia, Gran Bretaña, México, Argentina, Canadá, Rusa, Venezuela, EE.UU e incluso pudo ver todo el planeta Tierra. Todo fue tan maravilloso, ¡era libre! solo volaba y volaba, era fantástico.

Luego de estar mucho tiempo fuera de su cuerpo, sintió que regresaba a el y despertó. Su mama estaba en un mar de lagrimas porque increíblemente Luciana había muerto y vuelto a la vida, su madre la abrazo con todas sus fuerzas diciendo: «Gracias Dios por devolverme a mi hija». El papa de Luciana no se explicaba lo que le había sucedido, estaba desconcertado. Su hija les contó todo, ellos no podían creerlo, pero por lo que le había sucedido no les quedo otra opción más que creerle.

Después de 25 años Luciana cumplió su más grande sueño, viajar por todo el mundo y se dio cuenta que todo lo que había visto cuando su alma salió de su cuerpo era igual, nunca dejo de contarlo; a sus hijos, a sus nietos fue lo mejor que le había pasado en su niñez, fue su mejor experiencia.

Si te gustó, ¡compártelo!