Todas las entradas de: JoelFortunato

Inclemencia Tenaz

INCLEMENCIA TENAZ

En la garganta de la sed el viento alcanza,
la madera con que la primavera espera,
el rayo sombrío de la espuma incierto,
pedazo de tiempo indeleblemente rojo.

…Fasto melifluo infausto…

Asustado, el destino se ha escondido,
entre las piedras insaciables del suplicio,
entre las piernas de las puertas pardas,
acosados los cañones todo ignoran.

…Ínclitos renuentes indignos…

Embalsamando al verde la sed descansa,
entre la nada que perdura cada hora,
entre el manto triunfador de la tristeza,
engendrando ensortijada la muerte reacia.

…Escolio acoquinado infame…

Cuanto encanto el tiempo quita,
con la ingenua gracia de un acaso,
con la lengua larga de una aurora,
con la espesa espuma de un fracaso.

…Ampuloso alifafes enhebra …

Tejiendo de fiebre de luto la nieve,
tendida sembrando dormida parece,
y perece airado el reposo ausente,
y pregona claridad el yugo fértil.

…Tenaz inclemencia tenaz…

Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez.
(Tanto del texto como de la imagen)

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Maleable Crudeza… (Anticuento Dadaísta)

MALEABLE CRUDEZA
(((Anticuento Dadaísta)))

Por el calor de la sombra camina, y ríe,
la primera pesadilla, donde nadie cuenta nada,
ni siquiera un ensueño bajo la lluvia, vende,
en los cuadernos… Los recuerdos abanicando.
¡Si, lo supiera el cepillo!… Todo, todo, y un poco,
la muerte llegaría a un fin dichoso, en su incógnita
viajera, con el humilde rol de las bicicletas en torrentes.
Así, limpiaría de las esferas el reposo de las espuelas,
en la orilla transparente de un grito amarillo, dulce,
y entre la danza araña un gato al ropero somnoliento.

No te contaré lo que mirando esquiva el alto preludio
de las manzanas, y los duraznos lujuriosos en huelga,
y que ya se atreven a esconder las rodillas del gusano,
porque a lo lejos el silencio enrojecido se ha caído.

Por aquello de la cansada sed, que se bebe el heno seco,
y en el follaje temeroso, por la uva, definitiva endeudada.
¡Piénsalo!… Duerme en el otoño sin calles, en calcetines,
donde ni las vitrinas invernales fabrican cementerios,
pues esa noche ya tiene canas, y parece haberse detenido.
Espera un poco, y nada dejaré de contarte, hasta que te
encuentres bien confundido.

¡Mira!… En la cintura puntiaguda del acero tímido,
los árboles han vendido algodón y cobijas.
Pero, no lo cuentes, y mucho menos, lo imagines.
Pues el guijarro absorto ya no camina, y ha dejado
su meditación en las uñas viejas de la ballena enana.
Como verás…Ya canta la irritada tintura en la cocina,
tendida en la brisa del color humedecido, y rugoso,
en un turbado manantial que dibuja almendras.

Pues ese día, como ya te dije, hace unos minutos…
Las orugas fabricaban las escaleras y acordeones,
donde el mismísimo viento lo ha olvidado, muy acuático,
y al pájaro angustiado le niega la almohada, y el
último suspiro, en unas pequeñas tuercas sin rosca.
¡Vaya, si no te lo dijera, se me pasaría por alto!.
Pues las cáscaras del cielo, ruedan con la cabellera negra,
desnudas como el viejo olvido entre las cenizas, cabizbajo,
con los salados hormigueros de flamas frías.

Y tú, tan buen lector, comprensivo, dices que todo lo has disfrutado.
Que la numerosa descendencia de los incomprendidos ya
dejaron a los monstruos de emergencia en las películas
de vaqueros, y las cabras son crueles con los tigres.

Tomando en consideración que llevamos más de 3 horas leyendo ésto, es hora de pensar de que se trata. Y empezar por alejarnos a un lugar apartado, apaciguando las inquietudes de los humos, y dejando
que el frío escape del hielo del desconcierto.
Poner la mente en blanco, e iniciar con la ternura del peregrinaje de aceptar que las terribles cadenas son esclavas del hierro vegetariano. Y nada pueden explicarnos de la excesiva bondad humana con sus semejantes. Por esto, las estatuas tienen la audacia de callarse, y no prestar atención a ningún tipo de anticuento, por muy dadaísta que sea en los escaparates desprevenidos.

Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez.
(Tanto del texto como de la imagen)

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Avidriado El Resquemor… (Neosurrealista)

AVIDRIADO EL RESQUEMOR
(Texto Experimental Neosurrealista)


Con las patas en las ventanas
están ahogando a los desiertos
con los patos y las sequías
sobrepoblando los panteones…

Bien abrigados para realizar sus compras de huesos,
urnas y ataúdes, frente al peligro como una típica
estrategia defensiva del tamaño normal de un reflejo
que puede engullir diez espejos dispuestos a reconocer
la inseguridad de la vida, refugiados en su viejo cadáver
casi de manera rutinaria atando su canoa al semáforo más
cercano, dada la multiplicación de las divisiones.

Con la ira del gusano y la ceniza
en camisa desvistiendo las respuestas
en las palmas y manos de un dátil
desayunando falsas mentiras engañado…

Por el bienestar de las intensas nevadas, casi sepultadas en
el hogar victimado, por las ausencias que caminan lento, y
trabajosamente hasta el buzón, que no imagina lo que siente
el hielo, al permanecer tanto tiempo habitando la consciencia
fósil, con las innovaciones más recientes, en la protección del
polvo de seis metros, y tres gotas de kilómetros buscando al
diminuto momento, del vidrio herido.

Dónde el silencio camina
dando al recuerdo su música
escondiendo todo lo ignorado
volando del nunca al jamás…

Por dar la felicidad segura, que de tantos elementos es el gusto
responsable, de las funestas consecuencias, que transforman las
ausencias en presencias sostenidas, por lo lejano del triunfo que
lucha desesperado del rumor enamorado al ser miserable sólo
aborrecido por la flora en bicicleta, y la fauna de los trenes rosas,
añadidos al tornado, que rugía como un mosquito en cuarentena
bajo el umbral del baño vulnerable.

Anhelando salir del precipicio
con la leña sin envidia verde
brujuleado y sin el mapa
¡ Porqué nada es como dicen… !.

Autor : Joel Fortunato Reyes Pérez.
Tanto del texto como de la imagen.<
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Resbaladizo Espejismo… (Neosurrealista)

RESBALADIZO ESPEJISMO
((( Texto Neosurrealista )))


El vidrio ha roto su rostro
en la neblina que ha vivido
áspera indiferente
que grita por un segundo…

¡ Qué parece el primero !
¡ Qué sólo es el último minuto !…

Este importante descubrimiento necesita,
uno o dos años de análisis por el aumento
de los latidos del baño, que usa la voluntad
para someter los llamados deseos bajos, que
no se evaden, y juegan a las escondidas.
Al hacer esto, la historia se pierde y se acorta,
en el futuro más alejado del mañana, en la curva
de la frente, dónde los palos y piedras son las
armas nucleares, con puntiagudas estacas de
bambú, encargadas de extender las líneas del
tren, reuniendo las ropas, y las pertenencias,
de los que fueron tiernamente asesinados, con
la mirada de los labios difuntos, entre los muslos.

¡ Oh, resbaladizo espejismo !… Allá dónde naufraga
la exótica candela del sol en camiseta, y la luna no
permanece insepulta, como la blanca vela triangular
de un bote que dice adiós, con la mirada en las olas.
Parece ser, que la omnipotencia de los zapatos, sigue
siendo la lealtad de los caminos empedrados, dónde
las pinturas de cocodrilos y avestruces decoran los
cuadernos, que fueron multados con unos cuantos
renglones, y los lápices trazan su descendencia.
Con este anhelo, del qué felíz es quién, junto a tí
suspira por tí, tosco, punzante y sin razón, es la voz
de la miel arrepentida de las avispas.

Con ello, empero, no se logran éxitos duraderos.
Y la piedra angular resulta ser una esfera de humo.
De hecho, el que ambos impulsos sólo por excepción
se presenten separados, simultáneamente testifica
que la ballena desciende de un antepasado de cuatro
patas, aunque alguno que otro pato no lo sepa, al igual
que la mano humana tiene adicción por la pelvis, los
billetes y las monedas, al verse sorprendida con el
mismo diseño corporal de los sueños, como la rima
frágil de una carabela.

Dos grandes ideas, no sólo diez, están meditando en
las esquinas de rodillas, durante la cual sólo una especie
se transforma conforme al clima, que describen las aves
cuando nadan, alumbrando los misterios de los peces.
De tal manera que, respirar adecuadamente evita los
indecibles actos de violencia bajo las cobijas, tanto como
practicar ejercicio con los dedos en agua tibia, permitiendo
tener a un tiburón del otro lado de la piscina, por las pésimas
condiciones de las carreteras que las mariposas destruyen,
y confirman la transición entre las alturas nevadas del ojo
del altiplano, y los cubos de hielo en jugo de limón.

Todos estos elementos, contribuyen a decir mucho, con las
noticias más absurdas, que divierten a los vegetales sin
oficio ni beneficio… ¡ Con los espejismos más reales resbalando !

Autor : Joel Fortunato Reyes Pérez.
Tanto del texto como de la imagen.

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Hablando Duro Dormido…(Surrealista)

HABLANDO DURO DORMIDO
(( Texto Surrealista ))

Corrió tan extraño que pensé despertar tan rápido
como fuera posible. Ese sueño se escondió en el
corazón del tiempo azul bajo la almohada dormida.
El suelo está trepando con el temor labriego del
gusano, y un desnudo recuerdo, inmortal en el aire
asfixiado por las trompetas de las piedras piadosas,
que destejen la obscuridad bajo el agua perseguida
por las débiles pestañas… ¡ Duro hablando !.
Pues el mástil brotaba explosivo, las cataratas tejían
metálicos anhelos, y los pantanos lloraban entre sus
jaulas de espuma, dejando gotear a las campanas del
embrujo huesudo….
Lívida la vida y espléndida la tumba.

¡ No, no despertaré al inclemente hueco felíz !.
Bien lo sabe cualquier éter en la fruta desmayada,
tanto como por las charcas del ámbar temblorosas,
y entre los milagros ancianos con la envoltura urgente
y la raíz por guarida… ¡ Es tan difícil imitarse sin estar
desesperando a las auroras del cereal desayunado !.
Ninguna fórmula seca saca al saco que aprieta, ni al
cemento en un invierno de terciopelo deteriorado por
el fuego, que inmisericorde se jacta del siniestro bosque
estrangulado por la más mínima pesadilla que adormece
inmóvil al almendro sobre la alfombra de las nebulosas.

Pensándolo bien, el color del perfume es tan oportuno
por el vidrio, y el rencor de la mañana olvidada, que al
reloj nada le importa, que aspira tenaz el aliento de los
fantasmas, y habla con las letras de palabras que ligeras
desconoce, de la angustia que llueve seca entre la pasión
presa de una retina agotada por el siglo perdida.

Pero, al igual que algunas plantas, ciertos sillones son
incapaces de producir sus propias ideas, y depositarlas
en el intestino del destino por dónde el rocío cuelga la
voz extendida en cien hectáreas… Además, la forma es
vigorosa y tiene la esencia de roedor acosado entre
candados de bolsillo con plumas de gallina, y la figura
de un osito. Y precisamente, a ésto me refería, en cuanto
al uso de la energía después de un año, y que la tradición
estipula hasta la cumbre que deslumbra a las reliquias
del agua, incluídas la oficina organizada por el escritorio
del menosprecio de las tejas verdes, y el mandamiento
adinerado, súbdito letal del valle de las sombras, y del
césped poco apetecible que emigra errático en las hojas
y en las protuberancias del tizón que se adueña duro
de los alfileres de las náuticas empresas veterano.

Si bien, algunos colchones lo creen fácil, hablando duro.
Y más, con la naturaleza audaz del amplio equipamiento
y el lujo de una desesperanza poderosa al mostrar rasgos
rudimentarios de pelambre, tal vez a manera de aislante,
sobre todo para mantenerse y nutrirse al dormirse.

No obstante, los escarabajos difieren de los intereses de
los gusanos nemátodos, y las hormigas en los túneles
insidiosos después de consumidos. Pero, hablando claro,
e ignorando lo anterior, la tormenta estaba casi en una
silla en bancarrota, y al despertar exige la excavación
oxidada del arroz jubilado, dónde el divide y vencerás
dá paso a una nueva era de laberintos comunes que dan
a su vez rienda suelta a todo lo que no está claro en la
córnea con su limbo implantado, sobre todo para probar
los límites del embrión por docenas.

Hablando duro, bien sé que ésto no será la clave, a pesar
de la estela conmemorativa erigida gracias a la compasión
del telón de fondo, ni al episodio del mosaico libre de las
tortugas, dónde el guía gravita en la tortura de los tibios
sudores que se opacan y se entristecen con buen apetito.
Recuerda, me dicen : Hay que tener al perdón como amigo
y esclavo, como el veneno letal lanzado al abismo del olvido.

Ya sólo los cerros cuentan la historia de las cuevas, ofendidas,
ennumerando los más importantes desempleos de los platos
que comulgan con los astros, resignados, valerosos y sumisos.

Finalmente, y como no es posible dar marcha atrás, la vela
salió por la penumbra, optó por soltar su luz, y enmudeció
blandamente despierta…

Autor : Joel Fortunato Reyes Pérez.
Tanto del texto como de la imagen.

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