Todo aquí fue onírico, todo aquí fue mio.
Carcomida desde las entrañas;
me duele hasta el alma.
Mi corazón hecho pedazos y tú no dices nada,
mi cara empañada, ¡oh benditas lagrimas!
llorar tú me has hecho, llorar me podría llamar.
Luego vuelves, como abeja a su panal
pendiendo olvidar todo, pidiendo otra oportunidad.
¡Oh amor mio! no sabes lo que has pedido,
¿acaso no sabes que un corazón roto y abatido ya no vuelve a funcionar?
¡Ya no se como vivo, yo solo respiro!
¿Que el amor no mata? y entonces…
¿Quien conmigo acabó?