Ya lo se que tu te vas
Pues tengo que aceptar, que nunca volverás
Ha llegado la hora de nunca despertar
Pues tus ojos ya no brillaran
Ni con mi mirada triste y apocada abrirán
Tu ya partirás de la vida a la eternidad
Pero tendrás la tranquilidad
De pensar que cumpliste con tu deber
En esta humanidad
De dejar huellas con tus actos de solidaridad
En cada uno de los corazones de esta necesitada comunidad.