Hay sonidos que atraviesan el tiempo, pequeños sonidos cuyas indescifrables notas exploran las profundidades de ciénagas temibles, aguas misteriosas, aguas perturbadoras que albergan bestias amorfas, seres rencorosos que esperan una señal para salir y embestir todo lo que se encuentre a su alcance. Sí, hay sonidos que atraviesan el tiempo y derruyen el presente; sus vibraciones nos arrancan de meditaciones para transportarnos a los sitios perdidos que creíamos imposibles de recuperar, viejos sitios que nadie vería jamás. ¿Mentiras de la memoria, de la melancolía? Seguir leyendo Nos Repetimos