Yo tengo una hermana que fue miss y se las da de culta pese a que lo suyo son más los amores que los libros. Nunca la he visto con un libro en la mano tras haber acabado sus estudios. Yo a mi hermana sólo le veo en la mano tatuajes con el nombre de Carlos, su gran amor.
Me sorprendió el otro día con una bolsa de playa en la que no había plasmado el nombre de su Carlos.
-He escrito mi nombre de guerra: Miss Culta -me dijo-, porque quiero ser rica y famosa.
-¿Vas a vender bolsas de playa? -le pregunté.
-¿Y por qué no? Cristiano Ronaldo vende camisetas para completar sus ingresos. Yo también vendo camisetas en mi blog, pero creo que puedo ganar más vendiendo ositos y bolsas de playa ahora en verano. ¿Sabes cuántas llevo vendidas en dos días? ¡Cien!
-Vendes más que los de El Corte Inglés.
-Y más que venderé. Mi Carlos va a comprarme un cargamento de bolsas de playa de color negro para regalarles a las mujeres de sus clientes, esos pobres hombres a los que les financia sus empresas con el capital riesgo de la suya. Serán un premio de consolación.
Mi hermana seguía hablando y hablando de su Carlos, pero yo sólo podía mirar su bolsa de playa. Me parecía ideal. Hasta tenía cremallera. La toqué noté la calidad del poliéster en el que estaba fabricada. Mi hermana la Miss Culta siempre vendió productos de gran calidad.