La estrella

Solo eso, una estrella en el camino

el desierto fiel testigo del largo viaje

el viento nos sopla, la lluvia nos limpia

tres viejos sin nada que perder.

Lágrimas que brotan por verlo nacer

nos alienta, nos revive, nos permite seguir

pero aun me pesa no saber de ti.

Este largo viaje me ha hecho sentir

que a pesar de todo prefiero seguir

no es por ti, es por mi, aunque suene cliché

este amor va más allá de lo que sentí una vez

permite que otro se adueñe de ti

no te quiero sola, te quiero feliz.

Nunca había estado tan seguro de esto

ni contigo en mis brazos, ni contigo a mi lado

olvidate de mi y procuraré olvidarme de ti

por favor no llores, vive, ama

porque mi alma ya no es tuya

no ahora y tal vez nunca.

Mis ojos sollozos anhelan llegar

porque algo muy fuerte no deja dudar

que el amor que siento es amor de verdad

aunque duela mucho, aunque duela en verdad.

Pero de nuevo, brillante y silenciosa me llama

aquella estrella que muy lejos clama

un ser poderoso bienvenido sea

el rey de los reyes la misión espera.

No es más lo que digo sin miedo a pensar

que el amor existe y es amor de verdad

con esto te aclaro sin temor a herirte

que esto que siento es irreversible.

El cielo se aclara pronto llegará

el momento ansiado de vernos llegar

con estos presentes del buen mineral

que a este rey de reyes queremos brindar.

Ciudad del vagabundo que disfruta su aroma

mientras el dueño sufre su ausencia.

Sus calles húmedas pisoteadas cuentan historias

que muchos prefieren ignorar.

Desapercibido el busto del héroe y que en abundancia deja plasmar

por sus calles, parques y palacios, muchos sin conservar.

libertadores y oprimidos, inmortales ante Dios

más la mínima reseña recuerda su traición.

No es mi sombra la que mancha sus delicadas facciones

el color de la furia deteriora su esplendor.

Donde nacen las palomas, donde veo el tricolor

se levanta un ser valiente qué libro mi corazon.

Las montañas la sostienen como agua al ruiseñor

y se extiende por el valle como los granos de arroz.

La amo con deseo y me duele recordar

las angustias que la oprimen de su débil gobernar.

Es valiente el que la alienta a forjarse en la nación

y no dudo en apoyarlo mientras luche con pasión.

Corazones insensibles  que deambulan por doquier

indolentes de su arte indolentes de su ser.

A más hombres extranjeros ilumina el corazón

a más hombres con la gracia enamora con razón.

No es su clima no es su raza es su propio padecer

porque muchos los que tienen viendo al pobre retorcer.

Las fracciones disimulan los convenios entre sí

y los pocos que no callan sufren este frenesí.

Mi bandera no la cambio pues yo ya me enamore

sus colores son la sangre que circula por mi ser.

Corazones sensibles corazones sin piedad

adorando la injusticia que moldea la ciudad.

En cuanto a corazones sensibles quiero recordar

que son muchos los que quieren y pocos los que dan.