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DELIRIOS

Siempre hubo quien soñó

en penetrar en los secretos,

que guardan las Nebulosas

y el corazón del Universo,

a mí me basta con estar

en tus íntimos anhelos

adueñarme de tus noches

y robarte el pensamiento.

 

Me sentí dichoso al verte

recostada sobre mi cuerpo,

y en tu semblante miré

a la Luna que reía;

pintando estelas en el mar

a ti siempre regreso;

ya que moldeas mis crepúsculos

con tu inocencia de niña.

 

El silencio cubrió nuestras almas

y tu cuerpo de niña me brindó su calor,

olvidé que tenías dueño y que esto

moriría al salir el sol;

en tu aliento tan sincero

conocí hoy el amor.

 

ESTALIN CANO

DICIEMBRE 1988

POEMA 2

 

 

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NO QUISIERA RECORDAR QUE ME ENGAÑASTE

No quisiera recordar que me engañaste

ni que este amor llegó a su final,

más los recuerdos hierven en mi mente

Y el llanto me invita a blasfemar.

 

Con lágrimas te ofrendé mi cielo

y todo aquello lo pisoteaste;

fui lirón y tú mi sueño…

fui tu amor y lo olvidaste.

 

Fui luna llena resplandeciente

que sobre tu bravío mar posó;

fuiste tú… mi bella durmiente

Que al despertar me engañó.

 

Este corazón fue tuyo sin condición

y te amé como más nadie lo hará;

fuiste para mi cuerpo una adicción

Y para mi mente un veneno letal.

 

Me engrandece saber que hoy me quieres

y lo mucho que hoy sufres por mí;

más si un poco de vergüenza tienes

solo olvida que te quise,

y márchate de aquí…

 

ESTALIN CANO

SEPTIEMBRE 1988

POEMA 1

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La Oscuridad

La oscuridad se acerca,
la tormenta ya suena,
el viento ruge y el sol
entre las nubes se esconde.

La relación se rompe,
los valores se hunden,
todo es devorado
por el fuego descontrolado.

¿Cuándo volverá a alumbrar
el sol un nuevo día?
¿Cuándo la lluvia
el fuego apagará?

El sol no aparecerá,
la lluvia no llegará,
el silencio fue roto
por los rayos y los truenos.

No sé cuanto aguantaré,
no sé cuanto sobreviviré
no sé cuanto esperaré
la luz de un nuevo amanecer.

La vida se hunde,
no hay pilares
para soportar la realidad,
para soportar el futuro.

El mundo un vuelco a dado;
ayer el cielo azul brillante,
hoy, más negro que el carbón,
no sé que esperar del mañana.

Nada tiene sentido,
para qué continuar,
una noche sin fin
sobre mí se encuentra.

La luz no volverá,
para qué esperar,
nada tiene sentido
y el tiempo pasa.

Cruel del vendaval
que no me lleva con él.
En la intemperie,
no sé cuánto aguantaré.

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