Estoy sobre una frágil rama que en momentos destroza mi cuerpo y mi nariz alcanza a oler la fragancia de esa esperanza arraigada,
Oh! bendita ramilla que sostiene mis manos frías mojadas por la bruma espesa.
El crujir de la rama me hace apartar la mirada y me hace pasar por alto la esperanza acomodada,
Pajarillo escurridizo que descansa sobre mi rama, no me dejes caer en este acantilado, déjame tallar esa llanura mezquina en estos tiempos,
Oh! bendita rama.
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¡TE EXTRAÑO, Pero, Me Amo Más!
Como el agua se desliza entre los dedos
El aire nos roza el cuerpo trayendo con ella una brisa
Tú amor se desvanece con las mentiras y acciones;
La falta de interés ya corta todo lazo que se tenía
He aprendido que no se puede ser feliz sin amarnos
Podemos vivir a pesar de las duras y tristes situaciones
Lo que no está permitido es arrastrar desechos al presente
Como si no conociéramos nuestro Valor.
Te lloré mares, sin saber lo que había detrás
Agradezco lo vivido más no la sinceridad que te faltó como persona
No lo creí perfecto, sin embargo, lo gozamos como niños
De aquellos que no se iban a hacer daño; de los inseparables y aún así… No bastó.
Dicen que el amor es fugaz, lo que nose dice es;
¿Para quién? ¿En qué momento empieza a desvanecerse?
¿Por qué desgarra tanto el alma y te quita la esperanza que habías puesto en esa relación?
Tanto que falta el oxígeno y se te lleva la vida en el proceso.
No debería ser tan doloroso y devastador. No Debería, pero, ¿Qué se hace? Vivimos en una era Virtual.
Tiempo.
Pasó el tiempo, y de repente, tenemos diez años más
menos para vivir, pero cuando me besas así
qué importancia tienen los minutos
si en cada segundo me haces inmortal.
Pasó la vida, y de repente, parece que todo sigue igual
pero no hemos vuelto a ser una hoja caduca
que cae en una hoja perenne
sobre el árbol plantado en medio de la felicidad.
Así que sentí, que tenía que incendiar mi vida
para amarte, sin quemar tu deseo
jugué con tu cuerpo, hasta derretirte
sobre tu piel, fui el sol que secó tu rio de desilusión.
De un día sin nombre, hiciste el mejor día de mi vida.
En la oscuridad de mi alma, sin temor, entraste
profanaste mi sueño, abriste mis ojos
para que la vida me mirase de forma diferente.
Así que decidí prenderle fuego a tu vida
para amarme, sin quemar mi deseo
jugaste con mi piel, hasta saciarte
tus huellas fueron mi sueño convertido en realidad.
Del sendero al camino, del paseo al malecón.
El viento cálido despeina tu cabello
hacia la ola que rompe en tus piernas
la brisa suave de tus besos azota mi revolución.
En la ciudad sin corazón
tu claridad amaneció en mi abismo.
Tu silencio durmió mi cobardía.
Tu ausencia es mí letanía.
Tu abrazo es la espada
que atraviesa mi coraza de guerrero
que mata mi fragilidad inmensa.
Tu amor la convierte en serenidad extensa.
Así que decidí incendiar mi vida
con tu libertad, busqué la mía.
Un fuego se apagó, en medio del incendio
como siempre, el miedo, se impuso al deseo.
Así que decidí incendiar mi vida
con la paz de tu alma
que es una catarata de amor
que cae sobre mi corazón.
Que calma mi muerte
de estar un año
sin poder verte.
Melancolía
Todo se lo ha llevado el tiempo
no ha dejado nada
ni el mural de la alegría
ni el muro de la desgracia
ni el nervio, ni la calma
ni la espada, ni la batalla
ni el frío, ni el escalofrío
tampoco las sonrisas falsas.
Todo se lo ha llevado el tiempo
todo me lo ha arrebatado
todo menos el amor
que por ti siento.
¡Qué sabio es el tiempo!
Pasamos las horas juntos
conectados por la mente.
El reflejo de tu pensamiento
ilustra las ideas a mi corazón.
Infinita es tu belleza
e infinito es mi amor.
Como tu boca con su sabor
como mis ojos sin temor.
El espejo en que me miro no es tan falso
como el cristal que rompió el tiempo.
Todo se lo ha llevado el tiempo
no ha dejada nada
ni la vida rutinaria, ni la muerte atrapada
ni las mentiras, ni las medias verdades
ni el rencor, ni el odio
ni el presente, ni el pasado
tampoco los gritos ordinarios.
Todo se lo ha llevado el tiempo
no ha dejado nada
ni la malicia, ni la cobardía
ni la injusticia , ni la justicia
ni la desigualdad, ni la resignación
ni la desidia, ni la vulgaridad
ni el olvido, ni el perdón
tampoco la impotencia de la frustración.
Juntos pasamos el tiempo
conectados por la mente.
El reflejo de tu corazón ilustra
las ideas a mi pensamiento.
Infinita es tu belleza.
E infinito es mi amor.
Como tu boca sin temor.
Como mis ojos sin rencor.
Todo se lo ha llevado el tiempo
no ha dejado nada
ni la amargura salada
ni la tristeza endulzada
ni la angustia, ni la murria
ni el éxito, ni el fracaso
ni la pena, ni la tristeza
tampoco la maldita pereza.
Todas las palabras han perdido
su significado, todas menos
¡Tu amor! Que viaja en el tren
desde mis pies, por mi espalda, hasta mi frente
entras por el túnel sin salida de mi mente.
Todo se lo ha llevado el tiempo
no ha dejado nada
ni los colores de las banderas
ni el precipicio de la ideas
ni el temor, ni la intolerancia
ni el saber, ni la ignorancia
ni la excusa, ni el reclamo
tampoco las manías, ni el bálsamo.
Todo se lo ha llevado el tiempo
no ha dejado nada
ni las discusiones, ni los discursos
ni el egoísmo, ni la manipulación
ni el machismo, ni la tradición
ni el lloro, ni la marginación
ni la pena, ni la vergüenza
tampoco la más dulce condena.
Todo se lo ha llevado el tiempo
no ha dejado nada
ni el antónimo de imaginación
ni el sinónimo de revolución
ni la ira, ni el desprecio
ni el valiente, ni el cobarde
ni el castigo, ni los abusos
tampoco los besos obtusos.
Todo se lo ha llevado el tiempo
todo me lo ha arrebatado
todo menos el amor
que por ti siento.
¡Qué sabio es el tiempo!
Que nos unió en ese preciso momento.
Entre Las Calles
Siameses caminaban
Por aquellas calles
Donde los delirios
Pasaban sin aviso
Y las quimeras divagan
Como el propio olvido
Donde los lobos
Preferían esconderse
Y las mujeres
Comían los corazones
De borrachos olvidados
Por el amor
Las calles eran frías
Igual que las niñas
Que desde temprana, edad
Les tocaba aprender a madurar
Drogas en las esquinas
Bares abiertos todo el día
Que era más visitado
Que la alegría
Las iglesias cobraban un peso
Por ostia y confesiones
Las calles más oscuras
De la ciudad
Donde es escasa la felicidad
En esas calles donde me sentaba
Yo, a escribir poesía
Las miro y siguen igual
Desoladas entre la penumbras
Las calles de las que nadie
Les gusta hablar.